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Reportaje:

Con la vista en Asia

Cepsa se suma a las empresas que buscan mercados en Oriente

Como toda compañía con proyección, la petrolera Cepsa mira hacia Asia. El presidente del grupo, Carlos Pérez de Bricio, explicó esta semana que Cepsa va a invertir 1.000 millones de euros en los próximos dos años en diversos proyectos en Corea del Sur, Taiwan, Shanghai y China continental. Hasta el año 2010, la petrolera planea invertir 3.750 millones.

La petrolera quiere ampliar su presencia en el negocio eléctrico y gasista. El socio elegido en ambos casos puede ser Unión Fenosa

La segunda petrolera española, embarcada en el gran proyecto de construcción del nuevo gasoducto entre Argelia y España (Medgaz) y con planes para consolidar posiciones en la generación eléctrica en Canarias, no quiere perder comba en el mercado asiático. Aliado con su accionista IPIC, la petrolera de los Emiratos Árabes, Cepsa ha decidido ampliar el escenario del negocio. El grupo tiene actualmente intereses en Argelia, Brasil, Canadá, Colombia. En los dos próximos años, apoyada en una inversión de 1.000 millones de euros, la petrolera quiere sentar sus reales en Asia.

En Corea del Sur, el proyecto consiste en construir una planta petroquímica dedicada a la producción de paraxileno, cumeno y hexano. El socio local será el Hyundai Oilbank, filial de IPIC. Otras plantas de derivados del petróleo se instalarán en Taiwan y Shanghai (producción de ácido tereftálico) y en China continental (planta de producción de fenol).

El intento de penetración en Asia, una vez que la compañía ha superado los 1.000 millones de euros de beneficio neto (1.010 millones en 2005), es el adorno de un plan de consolidación que pasa, también, por el aumento de la presencia en el negocio eléctrico y gasista. En ambos casos, admitió Pérez de Bricio horas antes de la celebración de la junta general, el socio podría ser la eléctrica Unión Fenosa, accionista de la petrolera con un 5%.

"Estamos dispuestos a estar en gasificación y estamos dispuestos a estar en el mercado eléctrico canario", aseguró el presidente de la petrolera. Unión Fenosa, que a través del nuevo presidente, Pedro López Jiménez, ha manifestado interés en ampliar su participación en Cepsa, ya trabaja con la petrolera en la compañía Gas Directo (40% Cepsa y 60% Unión Fenosa), así como en la central eléctrica de ciclo combinado Nueva Generadora del Sur (50% Cepsa y 50% Unión Fenosa). Todo parece indicar que la colaboración y los lazos entre la petrolera y el nuevo equipo de dirección de la eléctrica participada por ACS van a ser más estrechos.

Los planes de gasificación en Canarias cuentan, según Cepsa, con la buena disposición de las autoridades argelinas para proporcionar la materia prima. El otro posible suministrador de gas para Canarias, Nigeria, tiene más problemas de orden político interno.

Pero el proyecto más inmediato de la compañía es Medgaz, el nuevo gasoducto entre Argelia y España. El proyecto, encabezado por Cepsa y la compañía argelina Sonatrach, ha sido declarado de interés prioritario por la Unión Europea y estará finalizado en 2008. En principio, el gran tubo transportará ocho bcm (billion cubic meters) de gas natural, aunque existen planes para ampliar la capacidad de transporte en dos bcm más.

Cepsa, cuyo punto fuerte está en el refino y la comercialización de productos petrolíferos (la exploración y producción sólo la inició en el año 1997), cuenta con el viento a favor de los precios de la materia prima. En 2005, sólo la prohibición de vender tabaco en sus 800 gasolineras en España y los discretos resultados por venta de bombonas de butano han atenuado el brillo del negocio.

Fin de tres años de litigio

"El enfrentamiento entre socios no ha tenido trascendencia en la marcha de la compañía". De esta forma resumió esta semana el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, el periodo de tres años durante el cual se enfrentaron en los tribunales dos de los principales socios de la petrolera española, la francesa Total y el Banco Santander.

Tras el laudo (aún provisional) del Tribunal de La Haya que decidió en marzo la disolución de Somaen (sociedad participada por el Santander, de Total y de Unión Fenosa), uno de los problemas más evidentes de Cepsa parece entrar en vías de solución. En virtud del laudo, Total eleva su participación en Cepsa hasta el 49,6% y el Santander la reduce al 28%. Unión Fenosa, con el 5%, no descarta aumentar su peso en la compañía.

Según Pérez de Bricio, a pesar de las especulaciones, todo parece indicar que Total no tendrá que lanzar ninguna otra operación forzada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Pero superado el escollo de los enfrentamientos internos entre accionistas, Cepsa mantiene, pese a los buenos resultados de 2005, algunos puntos débiles ya tradicionales.

Entre ellos se cuentan la escasez de crudo propio (sus reservas rondan los 400 millones de barriles, según datos proporcionados por el propio presidente de la compañía ) y su modesto tamaño en un negocio de gigantes.

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