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Las joyas del Ayuntamiento

Gobierno y oposición se enzarzan por la venta de unos 2.000 objetos perdidos que ha ido acumulando el Consistorio desde 1924

Carmen Morán Breña

Unos 2.000 objetos que se han ido guardando desde 1924 en tres cajas fuertes del Ayuntamiento de Madrid se han vendido mediante subasta on line o se han destruido dado su "escaso valor". Había joyas, sellos, dentaduras de oro, cámaras fotográficas, monedas, cartas de amor... Objetos perdidos que fue acumulando el Consistorio. Por las piezas de valor se han obtenido "unos 80.000 euros". El resto se ha quemado en la incineradora de Valdemingómez o se conservará a partir de ahora en el Museo Municipal; a esta sala pasarán algunas medallas honoríficas patrimonio del Ayuntamiento y las tres antiguas cajas fuertes donde se custodiaba todo.

La oposición municipal acusa al gobierno local de haber vendido estos objetos de forma irregular, sin que haya un inventario previo del contenido completo de las cajas fuertes y sin que se sepa a ciencia cierta qué se destruyó ni quién lo decidió. "Todo eso está en los expedientes", dice la directora general de Contratación, Carmen Matute, y hace un gesto con la mano para indicar que puede encontrarse en una pila de papeles que levanta un metro del suelo.

No importa que se dé salida a esas piezas, pero sí que se haga de forma irregular, dice el PSOE

Sobre quién decidió qué debería ser destruido, contesta: "Fue una comisión de funcionarios de Tesorería y la gente mía de Objetos Perdidos". Matute asegura que para estos contratos menores

[de tasación y compraventa] no se requiere "fiscalización previa". También negó las supuestas irregularidades el concejal de Hacienda, Juan Bravo. "Esos objetos llevaban ahí desde hacía décadas y nadie hizo nada con ellos, ni el gobierno anterior, ni el anterior, nadie; ¿a qué estaban esperando? Y ahora encima critican", dijo.

"No importa que se dé salida a esas piezas, pero sí que se haga por procedimientos irregulares", acusa el concejal socialista Ramón Silva. La oposición critica que las piezas se hayan dividido en lotes para fraccionar su valor y poder así hacer contratos menores, que requieren menos control. "A pesar de todo, esos contratos deben llevar un documento con la aprobación del gasto y su factura correspondiente, pero sólo aparecen las firmas de Matute y de una subordinada", explica Silva. "Además, el contrato para la subasta de las joyas reportó más de 33.000 euros; esa cantidad requiere un contrato bajo control, que no ha habido". Desde abril, la oposición trata de recabar información sobre la venta de estos objetos sin mucho éxito. "Nos han entregado papeles de enseres y trastos que se acumulan en los almacenes municipales de muebles procedentes de desahucios, de destrucción de chatarra, pero nada de esto era lo que pedíamos".

Sólo unas horas antes de que se preguntara oficialmente al concejal de Hacienda en comisión, el jueves pasado, se entregaron los documentos detallados de algunas ventas de las que se ha encargado, mediante subasta on line, la sala Retiro. Ahí figuran pulseras de platino y brillantes, cruces con diamantes, relojes, broches, rosarios, collares, mantones de Manila... "Pero todavía no hay documentos sobre lo destruido. ¿Quién nos dice que se destruyó todo y que nada de ello tenía valor? Ha sido un proceso totalmente oscuro", mantiene el concejal Silva.

"Ha sido todo transparente. Existe un primer inventario del tesorero, luego se procedió a la tasación por el Monte de Piedad de Madrid y luego se separaron lotes para vender en varias subastas. Monte de Piedad nos recomendó a la empresa Jano, que es la que tasó los sellos y las monedas", explica Matute.

Ese documento sí se entregó a la oposición. La empresa Jano no sólo tasó, por lo que cobró 928 euros, sino que hizo una oferta al Ayuntamiento para la compra de los lotes por un valor un 15% por debajo de la tasación: 6.771 euros. Y la Administración vendió. El resto lo ha subastado la sala Retiro. El Ayuntamiento ha tenido ingresos, pero también gastos por utilizar los servicios de la casa de subastas, que les ha cobrado "una comisión del 12% más el IVA" por lo vendido.

Para Silva todo es "muy sospechoso" y reclamó más transparencia. El responsable de Hacienda respondió: "Sinceramente, no veo el salón de plenos del Ayuntamiento convertido en una subasta de dentaduras macizas". La oposición sólo ha encontrado una muela entre los objetos perdidos.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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