ROMA: Casco histórico libre de luminosos
Roma, como otras ciudades de arte italianas como Florencia o Venecia no permite los anuncios luminosos de gran tamaño en sus centros históricos, y sólo en determinadas circunstancias en los barrios periféricos. Esa prohibición responde a razones estéticas, ajenas a la contaminación lumínica.
El exceso de luz (un oxímoron cuando se habla de ciudades como Roma, de iluminación nocturna más bien escasa) ha empezado a regularse por parte de las regiones, pero sólo ayuntamientos como el de Pavía o Siena han aplicado medidas concretas, como la prohibición de los neones publicitarios y la modernización de las farolas.
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