Un partido para solistas

Partida por la mitad, aunque partícipe de un estilo único, la selección española acude al encuentro de Arabia Saudí en el Fritz Walter Stadion, un nombre muy grande para un partido pequeño. El equipo de Luis tiene los pies metidos en el último encuentro de la fase de clasificación y la cabeza en los octavos. Puesto que le basta un empate para ratificar su clasificación como líder de grupo, sin aguardar al marcador del Ucrania-Túnez, nadie repara en el resultado posible sino en las variantes de juego que propondrá el seleccionador y su incidencia en el próximo tramo de la competición, cuando verdaderamente comienza la Copa.

A escena saldrá un equipo inédito, desde la portería hasta el extremo izquierdo, dispuesto a reivindicarse en una jornada propicia para los solistas. Vuelve Cañizares, se estrena Marchena, se aguarda a Albelda y Michel Salgado, reaparecerán Joaquín y Reyes, y Raúl y Villa jugarán media parte cada uno. Muchos nombres para un partido anónimo. Hasta seis debutantes en una fase final del Mundial se juntarán en Kaiserslautern: Salgado, Juanito, Marchena, Antonio López, Iniesta y Reyes.

Al final del partido, Reina será el único de los 23 convocados que quede por jugar. Hoy descansan los titulares, los jugadores que participaron de salida en los dos partidos contra Ucrania y Túnez, y compiten los suplentes para ponerle "las cosas difíciles" al entrenador. "Le voy a exigir a este equipo lo mismo que al otro", argumenta Luis. "Tengo la misma confianza en los dos porque se han entrenado por igual y estoy convencido de que ganará y lo hará bien. Puede y debe vencer".

El seleccionador quiere fomentar la buena convivencia en el grupo, ratificar la idea futbolística del equipo con independencia de la alineación y probar alternativas que pueden resultar necesarias en inmediatos compromisos. "Hay que dar oportunidad a todos los jugadores para que expresen lo que llevan dentro y procurar que tengan ritmo de partido", explica Luis. "Además nos va a venir bien para ensayar cosas que podemos necesitar en próximos encuentros como el juego por las dos bandas". "La filosofía de juego, en cualquier caso, no va a variar sino que se mantendrá con independencia del once que salga al campo", pondera el seleccionador antes de poner un ejemplo ilustrativo: "Los extremos no van a ejercer como tales sino que se van a plegar a la propuesta de actuar con tres puntas que permutan sus posiciones, que se mueven constantemente, que tiran diagonales, además de ser buenos en la banda y en el uno contra uno". "Lo esencial es la idea", remacha el técnico, "y va a continuar". A saber: "Si tenemos la pelota somos fuertes y cuando nos la quitan tenemos problemas hasta con Túnez".

A efectos prácticos, la preparación del partido tendrá el mismo ritual que cuando el equipo se estrenó ante Ucrania: "Hay que respetar al adversario igualmente", anuncia el seleccionador, "y procederemos como es norma. ¿Vídeos? Poca cosa porque los chicos se me duermen. Hay que ser concisos y contar las virtudes y defectos del contrario. ¿Riesgos? Los que sean necesarios". Luis entiende en este sentido que Cesc, que cargó con una tarjeta ante Túnez, no corre peligro de ser nuevamente amonestado y por tanto sancionado, así que saldrá en el equipo titular.

Pretende Luis que los suplentes se reivindiquen al punto de provocarle dolor de cabeza para montar la alineación del encuentro de octavos: "Quiero que me compliquen las cosas y muestren que están disponibles para jugar el partido más exigente". El seleccionador advierte que el once para la contienda de octavos dependerá del resultado del choque contra Arabia Saudí, un equipo que empató con Túnez en su estreno, y de las características del adversario, que puede ser Francia, Suiza o Corea.