Los partidos aplauden la trayectoria del presidente catalán

A las diez de la mañana de ayer, un niño de 12 años preguntó al presidente de la Generalitat: "Señor Maragall, ¿se volverá a presentar?". "No", le respondió. Ésa fue la primera confirmación pública de lo que se anunciaba hace ya semanas. Y las reacciones de los partidos políticos no se hicieron esperar. Todos elogiaron, en mayor o menor medida, la carrera política de Maragall desde su paso por la alcaldía olímpica de Barcelona hasta el Gobierno de la Generalitat que ha conseguido aprobar el nuevo Estatuto, y agradecieron al presidente que haya despejado incógnitas con vistas a las próximas elecciones.

El líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, aplaudió la decisión de Maragall de renunciar a encabezar las listas del Partit dels Socialistes (PSC) en las próximas elecciones autonómicas, pues permite el "relevo generacional y de liderazgo" en la política catalana. Unas horas antes, el secretario general de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran, felicitó al presidente del Ejecutivo catalán por haber despejado la "incógnita" sobre la candidatura socialista. Mientras Mas rehusó opinar sobre el próximo presidenciable hasta que no se confirme oficialmente, Duran consideró a Montilla un adversario "duro de roer", aunque puso en tela de juicio la capacidad de movilización del electorado por parte del ministro de Industria.

Al presidente de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, el anuncio de Maragall le mereció su "máximo respeto institucional" y, además, consideró que dibuja un escenario "magnífico" para que su partido recupere el liderazgo del catalanismo de izquierdas. Mucho más áspero fue el portavoz republicano en el Parlamento catalán, Joan Ridao, quien vio la retirada de Maragall como consecuencia inevitable del pacto Mas-Zapatero que, en su opinión, llevó a echar a ERC del Gobierno catalán y que culminará con la alianza poselectoral entre PSC y CiU. "El escenario más cómodo para el PSOE", remató Ridao.

"Presión" de Zapatero

También tuvo buenas palabras para Maragall el presidente del Partido Popular en Cataluña, Josep Piqué, aunque, al igual que ERC, interpretó su decisión como producto de la "presión" del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y del líder de CiU. En la misma línea fue el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, quien dijo ver a Maragall "más muerto que vivo" y acusó a Zapatero de habérselo "cargado". El relevo de Maragall es, a ojos de Zaplana, la "prueba evidente" de lo que consideró "el fracaso" del referéndum del Estatuto.

Los socios del PSC en el Gobierno ahora bipartito, Iniciativa-Esquerra Unida (ICV-EUiA), no ocultaron su satisfacción por que Maragall anunciara su retirada, pues esta aclaración era "muy necesaria" para que no afectara a la gestión del Gobierno, según su portavoz, Joan Boada.