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Los carmelitas del Desert de Les Palmes de Benicàssim exhiben parte de su patrimonio

El monasterio y el Museu de Belles Arts de Castellón acogen la muestra 'Santo Desierto'

María Fabra

Óleos de José Vergara, del taller de Juan de Juanes, un tríptico flamenco del siglo XV, un ostensorio eucarístico barroco de grandes dimensiones y primeras ediciones de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz son algunas de las piezas que se exhiben en Santo Desierto, una exposición que muestra parte del rico patrimonio de los carmelitas del monasterio del Desert de Les Palmes, de Benicàssim. Las obras se exhiben tanto en el pequeño museo de los carmelitas en su monasterio, en Benicàssim como en el Museu de Belles Arts de Castelló.

El monasterio acogerá entre los próximos días 1 y 6 de julio el Ciclo de Música Sacra

El hecho de que el convento se salvara de la desamortización de Mendizábal explica la rica y abundante colección de obras de arte que los carmelitas han guardado durante siglos. Pese a que los frailes disponen de un pequeño museo en el propio monasterio del enclave natural del Desert de les Palmes, en Benicàssim, la muestra organizada por Castellón Cultural ha permitido el trasladado y la exhibición de algunas piezas en la sala de exposiciones temporales del Museu de Belles Arts, que es cosede, junto al convento, de Santo Desierto.

Además de las piezas "estrella", hasta el próximo mes de septiembre se podrán contemplar otras obras en pintura, escultura, orfebrería y cerámica, cronológicamente datadas desde el siglo XII hasta nuestros días, que son testimonio del pasado de la comunidad carmelitana asentada en Benicàssim.

Del, aproximadamente, un centenar de piezas destacan los valiosísimos paneles de cerámica de la fábrica de L'Alcora, todos ellos de temas religiosos, y dos obras que han sido restauradas por el Instituto de restauración que dirige Carmen Pérez. Se trata de un belén napolitano del siglo XVIII y el ostensorio Virgen con el niño del siglo XVII. Tallado en madera y dorado con oro fino al agua, el ostensorio porta en el centro una imagen de la Virgen con el niño pintada sobre plomo.

Por su parte, el belén napolitano es una de las piezas más singulares de la colección del convento y consiste en una caja de madera policromada en cuyo interior se representa una natividad barroca decorada con elementos vegetales.

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En este caso, el buen estado de conservación de su interior ha permitido que la restauración se limite al exterior de la pieza. En ambos casos, se desconoce la identidad de los autores y la procedencia de estas dos piezas aunque, según apuntó el prior del monasterio, el padre Alfonso, muy probablemente formaron parte de las dotes que las hermanas novicias aportaban al ingresar en el convento.

Estas se puede ver en el Museu de Belles Arts, mientras que la otra sede, la del monasterio, se ha dedicado, principalmente, a la muestra de documentos sobre la historia de la orden carmelita. Grandes volúmenes de canto gregoriano y, sobre todo, algunas primeras ediciones de escritos de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, conforman la parte fundamental de la exposición.

Santo Desierto, que ayer inauguró el director general de Patrimonio Cultural Valenciano, Manuel Muñoz, y que permanecerá abierta hasta el 17 de septiembre, está comisariada por Josep Miquel Francés Camús, por David Montolio i Torán, y por el propio prior del monasterio. Como complemento a la exposición, los comisarios realizarán varias visitas guiadas: los días 1 y 15 de julio, en las salas del museo, y el día 29 de julio en el monasterio. Además, el monasterio acogerá, entre el 1 y el 6 de julio, la séptima edición del Ciclo de Música Sacra, una serie de conciertos que contará con destacados coros y orquestas del panorama nacional.

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