Una televisión para modernizar el islam

Una migaja de modernidad ha hecho irrupción entre los libros antiguos y las alfombras polvorientas de las grandes mezquitas de Marruecos. No se trata de Internet, poco difundido en el país, sino de la televisión.

"Urge aprovechar los modernos medios de comunicación de masas para llegar a una amplia franja de marroquíes con un discurso religioso de buen nivel", declaró Ahmed Tufiq, ministro de Asuntos Religiosos.

Después de una radio coránica, su ministerio ha puesto en marcha la cadena televisiva Mohamed VI del Santo Corán. Se estrenó el lunes difundiendo sus primeros programas a unas 2.000 mezquitas conectadas a lo largo y ancho del reino.

Para la inauguración, el rey se desplazó hasta la mezquita de Ahl Fez de Rabat. Allí, junto con 600 imanes procedentes de todo el país, asistió en directo a la primera emisión de esta cadena. Después distribuyó a los imanes dos nuevas publicaciones: El amor a la Patria forma parte de la fe y Guía del imán y del predicador.

Más que al gran público, esta televisión, que sólo se puede captar en las mezquitas, está orientada a la formación a distancia de los responsables religiosos, empezando por imanes y predicadores.

"Pese a su apariencia pacífica, estos propagadores de la palabra de Dios son machistas, testarudos, dogmáticos y arcaicos", escribía el mes pasado el semanario Tel Quel. Y además son ignorantes. Los ministerios de Asuntos Religiosos y de Sanidad acaban de efectuar una encuesta, sobre una muestra de 360 imanes, acerca de sus conocimientos sobre el sida. Su desorientación es total.

Algunos imanes son incluso radicales y sus prédicas incendiarias en numerosas mezquitas improvisadas erigidas en los suburbios han contribuido a crear un cierto caldo de cultivo favorable al terrorismo.

Desde los atentados que, en mayo de 2006, ensangrentaron Casablanca, las autoridades marroquíes llevan a cabo una doble acción. Por un lado reprimen, deteniendo a predicadores por apología del terrorismo y cerrando templos no oficiales. Por otro, intentan retomar las riendas de la enseñanza del Corán en libros, escuelas y mezquitas.

La puesta en marcha de esa nueva cadena de televisión restringida forma parte de ese proyecto de modernización del mensaje religioso. El objetivo a largo plazo es que los 38.697 imanes, nombrados por el Estado que les sufraga el sueldo, mejoren su formación y reciban sugerencias sobre los sermones que, el viernes, pronuncian ante sus cuatro millones de fieles.

Las autoridades marroquíes todavía recuerdan el susto que les produjo, hace dos años, el imán Reduan Benchekrun, que, en su prédica en la Gran Mezquita Hassan II de Casablanca, retransmitida en directo por televisión, se pronunció "en contra de la mezcla de hombres y mujeres en el lugar de trabajo" antes de afirmar que "llevar un bañador es un pecado para una mujer".

El 13% de la población marroquí acude al menos una vez a la semana a las 42.000 mezquitas del país, entre las que el ministerio cuenta a las de Ceuta y Melilla, cuyos imanes están, casi siempre, a sueldo de Marruecos.

Predicadoras

Antes de que se lanzase esta televisión coránica, los libros de texto religiosos han sido revisados y se ha creado además un nuevo seminario para imanes en el que, por primera vez, han ingresado mujeres, cuya primera promoción se graduó el mes pasado.

Las 50 primeras jóvenes podrán predicar o prodigar consejos, pero no dirigir la oración del viernes. Para zanjar la discusión, el ministro Tufiq pidió, a finales de mayo, al Consejo Superior de los Ulemas, los sabios del islam, que emitieran una fetua (edicto religioso).

"La mujer", sentenciaron, "no está capacitada para dirigir la oración (...)". "Una oración dirigida por una mujer no es válida". "Aquel que ha rezado detrás de una mujer debe rehacer su oración, incluso si ha pasado la hora del rezo".

Con la ordenación de mujeres, "Marruecos ha dado un paso adelante, pero con la fetua ha dado tres pasos hacia atrás", se lamentaba Tel Quel. Muchas reformas se quedan a medias en Marruecos.