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Elecciones en México

Territorio enemigo para la patrulla 31926

La violencia marca la vida de una zona donde hasta la policía corre peligro

Un disparo interrumpe el bullicio tepiteño del mediodía. Las músicas atronadoras cesan al instante. Otro balazo. La gente corre. Otro balazo más. A quince metros, un grupo de jóvenes asalta una patrulla de tráfico. Tres minutos después llegan refuerzos y los agresores huyen. Una veintena de policías, aferrados a sus radios, inician un amago de búsqueda, con cara de estar en territorio enemigo. De hecho, lo están. "¡Culeros!", les grita alguien.

Los dos agentes de la patrulla están desencajados. Uno de ellos tiene el chaleco antibalas roto y la pistola le tiembla aún en la mano. Jura venganza. "¡Nomás hablas porque tienes uniforme, carnal! ¡Y el cuete!", le desafía un muchacho, señalando al arma. Sus compañeros lo sacan de allá, para evitar más problemas, y arrastran la patrulla 31926, que tiene los cristales hechos añicos y las puertas reventadas a patadas.

"Se bronquearon con alguien. Seguido es así", comenta Manuel, el vendedor de vídeos. "A los policías no se les tiene respeto porque ellos no respetan". "Tepito es bravo y cabrón porque así lo ha hecho esta ciudad", sostiene el cronista Alfonso Hernández.

El barrio ha sido un enclave de marginalidad rebelde desde época prehispánica, cuando los aztecas prohibieron a sus habitantes comerciar en la gran Tenochtitlan. Hasta sus mercados paralelos se acercaban los ladrones con mercancía robada. Después Tepito fue "arrabal colonial, lupanar metropolitano y ropero de los pobres".

Los tepiteños asumen que son supervivientes. Que ahí la gente "se calienta rápido". Qué la vida "vale gorro". Que desde niño te partes la cara para "no dejarte". No en vano Tepito es la cuna de los mejores boxeadores mexicanos. Pero ahora, dicen los veteranos, los jóvenes "no se saben dar en la torre", porque todo lo ajustan con los "fogones" (las pistolas). Alfonso Hernández distingue "dos generaciones" de tepiteños: "Los que somos chingones en el artesanado, en el hablar, en el bailar, en el deporte, y los chingadores, que joden y dañan a la gente".

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