Detenida la cúpula de la Mafia siciliana que reemplazó al 'capo' Provenzano

El gobierno de transición de la Mafia siciliana cayó ayer en manos de la policía. Antonino Rotolo, conocido capo de Pagliarelli; Antonino Ciná, antiguo médico del gran jefe Bernardo Provenzano; y Franco Bonura, constructor, fueron detenidos en una redada que, según el fiscal antimafia, Piero Grasso, dejó "de rodillas" a Cosa Nostra. Grasso declaró que Rotolo, Ciná y Bonura tenían la misión de asegurar la estabilidad mafiosa hasta que la organización contara con un nuevo jefe máximo capaz de asumir la sucesión de Provenzano, detenido hace dos meses tras 40 años en la clandestinidad.

El trío que ejercía la jefatura provisional fue identificado gracias a los pizzini, los mensajes escritos con los que Provenzano dirigía la Mafia siciliana. El archivo de pizzini confiscado en la chabola de Corleone donde vivía hasta abril el capo di tutti capi permitió a los fiscales de Palermo trazar un organigrama de Cosa Nostra y emitir 52 órdenes de detención, de las que 45 fueron ejecutadas en unas pocas horas. Anoche proseguía la búsqueda de otros siete presuntos jefes de la Mafia.

Rotolo, Ciná y Bonura se reunían en una chabola de uralita situada junto a la casa de Rotolo, que cumplía un arresto domiciliario por homicidio. En la chabola no había más que una mesa y ocho sillas, todo de plástico. Los tres jefes mantenían el sistema heredado de Provenzano y se comunicaban con el resto de la organización mediante pizzini. Nunca utilizaban teléfonos o fax.

"Los detenidos", comentó el fiscal Grasso, "eran regentes de 13 familias mafiosas y casi todos habían sido procesados en el pasado y condenados por delitos de mafia. Una vez cumplida la pena en prisión, recuperaban su antiguo puesto". El ministro del Interior, Giuliano Amato, afirmó que la lucha contra la mafia seguía siendo "una prioridad para Italia".