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Reportaje:

Washington y Bruselas aparcan sus diferencias

La UE y EE UU se reúnen en Viena en un clima de sintonía en los asuntos clave

La UE acoge mañana en Viena la cumbre anual con EE UU en un clima de gran entendimiento y con un "espíritu de continuidad en la mejora y profundización de la relación", según la Comisión Europea. Guantánamo será un punto de fricción relativo, porque ambas partes trabajan ya para determinar cómo deben usarse la ley y el derecho internacional en la lucha contra el terrorismo. Prueba de la amabilidad imperante es que los europeos no tienen previsto plantear a la Administración de George Bush el desagradable asunto de los vuelos clandestinos y secuestros de la CIA en Europa. Entre los principales acuerdos figurará el establecimiento de una estrategia conjunta para la energía.

El punto crucial del cambio en la relación entre EE UU y la UE fue la visita a Bruselas en febrero del año pasado de un Bush recién reelegido y deseoso de restablecer los puentes rotos por la invasión de Irak. Era un deseo de enmienda no menor al de la parte europea por restañar heridas. "Desde entonces, los contactos al más alto nivel se han intensificado y lo que queremos es que haya espíritu de continuidad en la mejora y profundización de la relación", comentó ayer Johannes Laitenberger, portavoz del presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso.

Fuentes comunitarias subrayaron que la relación atraviesa por un momento espléndido y que en los grandes temas estratégicos hay sintonía entre ambos lados del Atlántico. "La energía es una preocupación clave común para EE UU y la UE, que juntos consumen en torno al 40% de la energía mundial", señalan las fuentes. En la cumbre se acordará elevar la energía a un nivel estratégico.

El desaforado consumo energético, que en términos per cápita dobla en EE UU al de Europa, hará que por primera vez ambas partes decidan hablar sobre cambio climático y crear un grupo de alto nivel que comenzará a tratar del asunto el próximo otoño.

En las relaciones con terceros ahora domina la armonía: Europa se va a implicar en la estabilización de Irak; en Oriente Próximo, unos y otros trabajan al unísono en el seno del Cuarteto; en Irán, Washington ha cedido la iniciativa a Europa; en Bielorrusia se coordinan las políticas de aislamiento al régimen; Afganistán, es "quizá el mejor ejemplo de cooperación". Aun así quedan algunos recelos. "No tenemos nada que aprender de EE UU en promoción de la democracia. Lo llevamos haciendo más tiempo que ellos", señalaba la fuente.

La situación en Guantánamo será planteada a Bush por el canciller austriaco Wolfgang Schüssel, anfitrión de la cumbre como presidente de turno de la UE. "Vamos a expresar nuestra preocupación por el vacío legal", que permite mantener incomunicados, sin acusación y sin juicio, a cientos de presos desde 2001.

Guantánamo es un asunto americano, pero los vuelos de la CIA son otra cosa. En las violaciones de los derechos humanos denunciadas por el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo hay complicidades de Gobiernos europeos y "no es seguro que la presidencia quiera plantearlo".

Entre los desacuerdos pendientes de solución figuran la estrategia a seguir ante las conversaciones para la liberalización del comercio mundial; las trabas que el Capitolio pretende poner a la inversión extranjera en EE UU o la política de visados, que el mismo Congreso quiere restringir. Para compensar esos nubarrones, ambas partes anunciaron ayer que en Viena se confirmará la coordinación euroamericana en la lucha contra la piratería intelectual.

Manifestantes con un cartel en el que se lee "Bush, vete a casa", ayer en Viena.
Manifestantes con un cartel en el que se lee "Bush, vete a casa", ayer en Viena.ASSOCIATED PRESS

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