Una distracción, posible causa del accidente

El atestado de la Guardia Civil de Tráfico de Buitrago de Lozoya lo deja bastante claro. La muerte del camionero Rubén Escudero de la Torre, de 23 años, pudo ser consecuencia de una distracción. El equipo de atestados está completando las investigaciones del suceso. Después remitirá toda la documentación al juzgado de Torrelaguna, que lo instruirá, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Según las primeras investigaciones, el accidente se produjo en el kilómetro 55 de la autovía de Burgos (A-1), en los carriles de entrada a la capital, cuando el camión Mercedes conducido por Escudero siguió una trayectoria extraña. Los restos del accidente han permitido deducir que el vehículo golpeó primeramente el margen derecho de la carretera. El conductor del tráiler debió de pegar un volantazo, lo que hizo que saliera despedido hacia el lado contrario. Ya en el carril izquierdo, chocó contra el muro de contención y contra la valla metálica de seguridad.

La velocidad del camión y la fuerza de rebote hicieron que el vehículo partiera los elementos de seguridad y cayera al vacío más de 30 metros. En este punto también tuvo mala suerte el camionero. Si hubiera chocado unos 300 metros antes o después, el golpe le habría hecho invadir el sentido contrario. Eso se habría traducido en consecuencias menos graves.

La caída hizo que el camión quedara destrozado. El depósito de combustible se incendió, al igual que parte de la carga. Fue entonces cuando se vivieron los momentos más dramáticos. El montañero Vicente Sánchez, de 27 años, ve la escena y baja rápidamente la ladera. Rescata al conductor. Éste muere a los pocos minutos.

La tesis de la distracción viene reforzada, según fuentes del caso, por el hecho de que el accidente se produjo en una recta con visibilidad y que la vía por la que circulaba el camión constaba de dos carriles por sentido. La Guardia Civil estudia si el asfalto estaba mojado o había alguna balsa de agua consecuencia de las lluvias que cayeron el viernes.

El juzgado de Torrelaguna comisionó a los agentes de la Guardia Civil para que procedieran al levantamiento del cadáver. La funeraria lo trasladó a las 18.15 al tanatorio cementerio de Colmenar Viejo, donde le fue practicada la autopsia en la mañana del sábado.

El equipo de atestados está a la espera de recibir el resultado de la autopsia. Éste suele durar más de un mes, ya que son enviadas muestras al Instituto Nacional de Toxicología para que sean analizadas.