A rematar para descansar

Animada por su exitosa presentación ante Ucrania, la selección española aspira a derrotar a Túnez para sellar su clasificación para los octavos de final y convertir el choque del viernes contra Arabia Saudí en un entretenimiento: jugarían presumiblemente los suplentes, en Kaiserslautern, siempre que hoy ganen los titulares en Stuttgart. Nada mejor para preparar el cruce del día 26 o el 27. Las cábalas se suceden porque las apuestas aumentan a favor de España tras su estupendo partido en Leipzig. La pregunta que se plantea ahora es si el equipo de Luis Aragonés dio con una fórmula válida para cualquier encuentro o su actuación se sobredimensionó como es costumbre en un país extremista, necesitado de un podio mundial.

"Nosotros no vamos a cambiar nuestra forma de jugar contra nadie", advierte Luis Aragonés

"Aquí, en Alemania, la euforia nos ha llegado menos de lo que se ha expandido por España. Ya lo habíamos hablado con los jugadores y no ha habido necesidad de trabajar el asunto. Cada partido es un mundo", argumenta Luis para después advertir: "Nosotros no vamos a cambiar nuestra forma de jugar contra nadie. Hace ya dos años que coincidimos con los futbolistas convocados en apostar por una idea acorde con nuestras características: pensamos muy rápido y jugamos muy bien al fútbol. La clave es que el dueño del balón es el dueño del juego. Los jugadores han cogido los conceptos a una velocidad de vértigo y por eso sabemos que se nos puede y debe exigir porque lo que se hace una vez se puede repetir; no siempre, pero si varias veces. Podemos hacer algo importante".

La alineación y el guión del partido contra Túnez, consecuentemente, "irán por el mismo camino", subraya el técnico, que ante Ucrania. Así que se espera que se reproduzcan las mismas virtudes y se corrijan los defectos. Luis entiende que hubo cosas muy buenas y alguna mala y, por lo demás, aguarda un partido más complicado porque el rival es mejor equipo. "Hay que salir enchufados desde el segundo inicial e ir a por el encuentro como hicimos en el estreno", anuncia; "el problema es Túnez. Me preocupa. No estuvo a su mejor nivel contra Arabia, pero cuenta con un centro del campo fuerte y técnico, con jugadores poderosos físicamente". "Y el entrenador", prosigue, en referencia al francés Roger Lemerre, "sabe muy bien el oficio. Es una selección muy bien organizada y trabajada, peligrosa en el medio y en el ataque. Nos apretarán, nos cercarán en la banda y en el centro. Habrá que empezar queriendo ganar, metiendo la pierna larga y evitando concesiones como contra Ucrania, que nos creó dos ocasiones cuando teníamos a un hombre más".

"Ya nos costó ganar a Egipto en el amistoso de Elche y, por lo que parece, Túnez es todavía mejor", corrobora Villa. "No será fácil", asiente Casillas, "y menos después del 4-0 contra Ucrania". Aunque hasta hoy no verán un vídeo sobre Túnez, los jugadores hablan y no paran de la dificultad del encuentro. Vencedor de la Copa de África de 2004, Túnez pasa por ser un equipo competitivo, con varios jugadores que militan en las Ligas francesa, inglesa y alemana, y un entrenador muy riguroso y académico como Lemerre, campeón de la Eurocopa con Francia después de suceder al campeón del mundo, Aimé Jacquet. Pese a que la ausencia de Santos es un alivio para España, Jaziri, Trabelsi y toda la escuela de centrocampistas son muy buenos peloteros.

Luis ha insistido en los entrenamientos en la necesidad de juntar las líneas. Quiere que la defensa se sincronice mejor para tirar el fuera de juego, pide a los laterales que se alternen y sean más constantes en sus subidas y reitera a los delanteros que caigan a las bandas con una mayor frecuencia. Para que los medios sean precisos, es necesario que tanto los defensas como los delanteros sean veloces y también que el campo y el horario ayuden a mejorar la circulación de la pelota. Hoy la contienda es a las nueve de la noche y los jugadores se muestran satisfechos, "porque estamos más acostumbrados que a las tres", que es cuando se midieron a Ucrania en un partido redondo.

"Jugamos bastante bien en Leipzig", confiesa Senna. "Pero estoy convencido de que podemos mejorar como equipo". Y Casillas remacha: "¡Que la gente disfrute! Nosotros también lo hacemos. Estamos en la primera fase todavía. Lo fuerte vendrá después". Ocurre que desde el partido de Leipzig a la selección ya no sólo se le pide que gane, sino que juegue tan bien al fútbol como ante Ucrania. Cosas de los grandes.