"¡Queremos la pelota!"

Las manos unidas a la espalda, Luis Aragonés juguetea con un silbato, mira mucho, de vez en cuando baja la cabeza y se mesa el cabello y, cada dos por tres, grita. Grita mucho y les habla de usted a los jugadores mientras les da instrucciones. Los futbolistas juegan un partidillo en el campo de entrenamiento de Kamen. Hace sol y la voz del de Hortaleza resuena. "¡Pídala, Albelda! ¡Pídala!", corrige al medio centro. Y el valencianista, que sigue sin ofrecerse, desespera a Luis, que insiste: "¡Queremos la pelota! ¡Siempre!". Y sentencia: "¡Quien tiene la pelota domina el partido!".

Xavi toca, y la juega con Senna, y Senna se la devuelve, y Xavi se la guarda y se la da a Xabi Alonso, que la deja para que Puyol busque a Pernía, que encuentra a Xavi... "¡Bien, bien!", insiste Luis Aragonés. Y Xavi, a Senna, y Torres que le tira un desmarque, y Luis lo ve y, mientras Senna enchufa el pase, grita: "¡Acabamos! ¡Tocamos y acabamos! ¡Siempre acabamos!". El remate de Villa se va fuera y Luis le aplaude la intención. "¡Bien hecho! ¡Ahora les esperamos!".

"¡Pase! ¡Hay pase si hay compañero! ¡Y salimos jugando, equipo!", grita el técnico

No quiere Luis contraataques del rival. Él, que fuera el rey de la contra, sabe lo dañino que es eso para el equipo. Por eso "se llega y se acaba", insta a los jugadores el técnico. Los suplentes empiezan la jugada. La lleva Albelda y Luis le explica: "¿Hay pase? Pues pase usted a Iniesta. Désela y la guardamos".

Luis tiene a España en la cabeza. Lleva soñando un equipo ideal desde que era él, en el Atlético, quien la tocaba y la guardaba, quien decidía cuando se activaba el partido por el lateral o con un pase interior. Luis dijo un día que no existe el equipo perfecto: "Siempre hay uno mejor que te mete un gol". Pero sabe qué equipo le gustará ver hoy, de nuevo, en este su segundo partido del Mundial.

Luis no entiende a España sin balón, pero sabe que no siempre lo tendrá. De ahí el grito en el último entrenamiento: "¡Queremos la pelota! Si tenemos la pelota, mandamos". A los jugadores se lo recuerda en cada momento: "Pase. Hay pase si hay compañero. Y salimos jugando, equipo. ¡Salimos jugando!".

Son frases que Luis repite constantemente en un amistoso, en un entrenamiento o en el banquillo durante un partido. Pero también sabe que contra Túnez hay rival poderoso en el medio campo y que los norteafricanos son capaces de poner en apuros a su equipo. Por eso ha organizado con especial cautela el juego de estrategia, especialmente en los córners.