Producir más médicos
Leo en EL PAÍS del 14 de junio de 2006 que por primera vez en 20 años se va a incrementar el número de estudiantes de medicina, supongo que para suplir la falta de médicos que dicen que ahora existe.
La situación, sin embargo, es mucho más compleja que todo esto. El médico español que finalizaba su especialidad en nuestro sistema público sanitario, hace sólo unos pocos años, salía a un mercado laboral de 40 millones de potenciales usuarios que representaban a la población española. Desde hace ya un tiempo, tenemos libertad para poder trabajar en los países de la Unión Europea lo que amplía de forma notable la oferta laboral. Además, prácticamente en todos esos países las condiciones laborales que se ofrecen y que incluyen organización, medios y recursos son muy superiores a las de nuestro paupérrimo sistema de salud, por no mentar las diferencias retributivas, en muchos casos abismales, que hacen que el médico español tenga el dudoso honor de estar en el furgón de cola de los 15 países que conformaban la Unión antes de la última ampliación. Por todo ello el médico español se ha convertido en un emigrante de lujo, formado con nuestros impuestos, y al cual otros países reciben con los brazos abiertos, "para qué vamos a gastar nosotros dinero si ya se lo gastan los españoles", deben pensar.
Es mucho más fácil crear médicos si faltan, que pensar por qué faltan, aunque lo primero no resuelva el problema. ¿Qué garantías se pueden ofrecer de que esos nuevos médicos especialistas que se formen no emprenderán la huida si no se atajan todas las graves deficiencias estructurales que el sistema padece?
Mejorar el sistema público requiere pensar y trabajar para subsanar sus deficiencias pero: "Si podemos encontrar una solución más fácil sin pensar, pues eso que nos ahorramos", deben creer los responsables de todo este asunto.
A nuestros políticos se les llena la boca cuando dicen que tenemos el mejor sistema de salud de Europa, y probablemente tengan razón, pero ¿a qué coste? Muchos profesionales de la salud de este país, enfermería y médicos, ya se han cansado de oír las buenas palabras y han pasado a los hechos, dando un portazo y dejando el país. Simplemente reflexionemos todos un poco y no seamos tan ilusos o tan demagogos de creer que situaciones tan complejas se arreglan simplemente aumentando la producción, en este caso de médicos.
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