Antoni Abad gana el Premio de Ars Electronica con 'Canal accesible'

Empezó como escultor, se convirtió en un cotizado videoartista y ahora es el primer español que gana un Golden Nica, el premio más prestigioso en el ámbito del new media art, otorgado por el Ars Electronica Center de Linz. Antoni Abad (Lleida, 1956) ha elegido el camino más difícil, el arte digital, y sin embargo no le podría ir mejor. "Todo empezó con la mosca Z, una forma de vida artificial muy primitiva, que tras varias evoluciones se ha convertido en una comunidad distribuida muy activa", explica Abad, aludiendo a Z.exe, un programa informático que se manifiesta visual y acústicamente como una mosca, con el cual el artista "parasitó" las redes digitales y analógicas de varios museos.

Abad acaba de volver a Barcelona tras inaugurar en la galería Persano de Turín Taxistas, gitanos y prostitutas trasmiten desde móviles, una videoinstalación que también puede verse estos días en el apartado Sonarmática del festival Sónar de Barcelona. "Se trata de trabajos que utilizan las nuevas tecnologías para dar voz a colectivos que no tienen presencia activa en los medios o que tienen una imagen polémica o incluso negativa, como los taxistas de México, los gitanos de Lleida o las prostitutas de Madrid", explica.Cada proyecto se estructura a través de una web que reúne varios canales donde, gracias a un programa informático concebido por Eugenio Tisselli, los participantes pueden publicar textos, fotos, vídeos y sonidos directamente a través de teléfonos móviles multimedia.

"En estos casos, los emisores se apropian de la tecnología para explicarse a sí mismos y dar a conocer la crónica de su propia realidad en tiempo real. En cambio, Canal accesible, gestionado por personas con discapacidades, tiene un carácter más reivindicativo, porque su objetivo ha sido identificar y catalogar tanto las barreras arquitectónicas como los casos de incivismo que afectan a esta comunidad", señala Abad, refiriéndose al proyecto desarrollado en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona que le valió el Golden Nica, dotado con más de 10.000 euros, en la categoría de comunidades digitales. "Ahora quiero trabajar con colectivos que permitan potenciar la relación entre las redes físicas y las virtuales", añade.