Vuelva usted mañana
La diligencia de la Administración pública española me lleva a dudar sobre el avance general de nuestro país. Algunos ejemplos: en el consulado español en Londres, que atiende a varios centenares de miles de españoles residentes en el Reino Unido, jamás cogen el teléfono. Para inscribir en el Registro Civil central a mi hijo, nacido en el extranjero, tardan más de un año. Presumo que, mientras tanto, es un objeto administrativo sin apenas existencia legal. Y tampoco en este organismo atienden por teléfono.
Ya lo dijo Larra con visión de futuro: vuelva usted mañana.
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