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Cáritas alerta del riesgo de que se formen guetos de infravivienda en 13 áreas urbanas valencianas

La entidad censura las grandes obras públicas mientras haya "barrios con chabolas"

Alcoi, L'Alcudia, Sagunt, Torrent, Valencia-La Torre, La Malva-rosa, Natzaret y Avenida de la Plata-, Algemesí, Benaguasil, Llíria, Alzira y Cullera tienen áreas de infravivienda que están en riesgo de convertirse en guetos de difícil erradicación si no se atienden las necesidades de sus habitantes. Cáritas denunció ayer esta situación en su informe anual así como la falta de "respuesta adecuada" de los servicios sociales ante el aumento de necesidades. La entidad indicó que "no comparte" el fomento de las grandes obras públicas mientras haya "barrios con chabolas".

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"Estaría muy bien una Valencia tan bonita como la que tenemos si no conllevara barrios con chabolas. Hay muchas cosas [en la ciudad] que estarían bien si no hubiera tantas otras que están tan mal", comentó ayer la directora de Cáritas Diocesana de Valencia, Concepción Guillén, al referirse al contraste entre las difíciles condiciones de vida de muchos valencianos y las políticas de grandes obras públicas.

El coordinador de acción social, Vicent Andrés, fue quien entró en detalle y se refirió -"a modo de señal de alarma que hay que estudiar"- a las 13 zonas en las que las diferentes Cáritas parroquiales han detectado situaciones de infravivienda y chabolismo en la provincia de Valencia. Se trata de áreas en diez municipios en las que viven familias gitanas en situaciones de extrema pobreza e inmigrantes que requerirían de "amplios programas de intervención" para evitar que se conviertan en guetos. Andrés indicó que los datos de 2005 apuntan que cada vez hay más personas que acuden a Cáritas por situaciones de necesidad, "y si vienen es que los servicios sociales no están dando respuesta adecuadamente a estas necesidades", por lo que Cáritas se dedica a cubrir necesidades "básicas" que deberían correr a cuenta de los poderes públicos. Ante esta situación, solicitó a la Administración más recursos "para articular la red básica de servicios sociales" que es la que está directamente en contacto con las personas en situaciones de exclusión, una red que definió como "precaria". El coordinador de acción social de Cáritas se refirió al retraso de la ley de renta ciudadana como otro de los aspectos pendientes. "Seguimos con unas PER [ayudas a personas en situación de exclusión] insuficientemente dotadas", por lo que pidió a las Cortes valencianas que "agilice" el proyecto de ley de forma que "a poder ser, salga en esta legislatura", ya que "es una medida necesaria" y "permitiría atender situaciones de necesidad extrema".

Cáritas Diocesana atendió en 2005 a 34.963 personas, el 70% de las cuales fue asistida por las más de las 400 sedes parroquiales de la entidad. Esta cifra supone un repunte respecto a las 30.842 de 2004 y 24.402 de 2003, unas cifras que no son totales, ya que hay parroquias que no remiten sus memorias, como recordaron ayer sus responsables. En la entidad colaboran 2.307 voluntarios -solo el 4% de sus miembros tiene puestos retribuidos- de los que el 78% son mujeres y el 89% mayores de 40 años. Para desarrollar sus actividades, las parroquias contaron con 2 millones de euros y Cáritas Diocesana en Valencia con 3,5.

Infraviviendas en el barrio de la Malva-rosa de Valencia.
Infraviviendas en el barrio de la Malva-rosa de Valencia.JORDI VICENT
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