Los centros de menores acogerán niños inmigrantes procedentes de Canarias

Los centros de acogida para menores de las islas Canarias no paran de recibir, día tras día, niños y niñas que llegan al archipiélago mediante pateras y cayucos. Se estima que, desde principios de año, han llegado más de 400 menores al archipiélago. El bloqueo es de tal magnitud que el Gobierno central ha pedido a las comunidades autónomas que cada una de ellas asuma la tutela de una parte de estos menores. Entre las comunidades que ya han mostrado su voluntad de colaboración con Canarias, figura Cataluña. Fue la propia consejera de Bienestar y Familia, la socialista Carme Figueras, quien confirmó ayer esta voluntad del Ejecutivo catalán, en un acto para presentar el equipo que durante los próximos meses gestionará el departamento que encabeza.

La afirmación de la consejera pone de manifiesto que, en pocos meses, la situación en los centros de menores de la Generalitat ha cambiado radicalmente. La ex consejera de Bienestar, la republicana Anna Simó, había alertado reiteradas veces de la masificación en los centros de acogida para menores inmigrantes.

"Ahora hay plazas libres", expuso Figueras, que no detalló cuál es la cifra exacta de vacantes en los centros de menores de la Generalitat. "Estamos analizando la capacidad que tenemos", expresó. El Departamento de Bienestar y Familia informó de que en los últimos meses ha disminuido la llegada de menores inmigrantes a Cataluña, ya que muchos de ellos optan ahora por intentar llegar a Europa cruzando el Atlántico con patera y alcanzar la costa canaria.

Este cambio en los destinos de menores se suma a que durante los últimos meses muchos niños y jóvenes que residían en los centros de primera acogida de la Generalitat han sido trasladados a otros equipamientos de titularidad autonómica.

Ley de Servicios Sociales

La salida de los consejeros de Esquerra Republicana del Ejecutivo autónomo implica que muchos proyectos de ley elaborados por el tripartito se queden en el tintero. Carme Figueras expuso ayer que ello no pasará con la Ley de Servicios Sociales. Precisamente, esa era una de las leyes estrella del Gobierno de izquierdas y catalanista.

Figueras confió ayer en que esta ley pueda aprobarse en el último pleno que celebrará el Parlament antes del paréntesis estival, previsto para finales de julio. De este modo, la Ley de Servicios Sociales podría empezar a aplicarse a partir del próximo 1 de enero. Un nuevo texto que, según explicó la consejera, consagrará la "universalización" de los servicios sociales en Cataluña. También en el 1 de enero de 2007 entrará en vigor la ley estatal de dependencia.

Pero no todos los proyectos legislativos tendrán el mismo destino que la Ley de Servicios Sociales. Uno de los proyectos que, con la crisis del tripartito, ha quedado paralizado es la ley de infancia, que no se aprobará esta legislatura. Aunque como explicó Figueras, el Departamento de Bienestar y Familia seguirá trabajando en este proyecto para que el equipo que asuma el departamento pasadas las elecciones autonómicas anticipadas previstas para otoño se encuentre con "el trabajo hecho". En este sentido, Figueras recordó que el tripartito ha logrado cumplir durante sus dos años de vida más de la mitad de los objetivos que se propuso en el Pacto del Tinell, también en materia de bienestar y atención a las personas más necesitadas.

Otro objetivo de Bienestar y Familia será seguir trabajando en el futuro plan de inclusión y cohesión social. Este texto significará pactar con las administraciones y los agentes sociales las actuaciones dirigidas a los colectivos más desfavorecidos en los próximos años.