Los partidos dijeron que no había colisión de intereses

Tras la precipitada y polémica salida del vocal de Hacienda, Salvador Guerrero, propuesto por el PP y que estuvo nueve horas en el cargo antes de anunciar su dimisión por su incompatibilidad al defender su bufete a imputados en la operación Malaya, la controversia se ciñe de nuevo sobre la comisión gestora marbellí.

El dictamen de la comisión de asesoramiento técnico suscitó ayer críticas casi unánimes pero moderadas por parte de los vocales afectados, a pesar de que no es vinculante. Los 16 vocales asumirán previsiblemente su recomendación en la votación del próximo pleno el 30 de junio. El vocal de Urbanismo, Rafael Duarte, le puso el cascabel al gato: "La gestora no hará nada en contra del informe ya que es un órgano especial del que nos hemos dotado nosotros".

Duarte precisó que solicitará la aclaración al respecto de las sociedades personales, sobre si basta con que no efectúen contrataciones o es necesaria la disolución de las mismas, y cuál sería el régimen de dedicación parcial de la gestora. Duarte añadió que no solicitó compatibilidad alguna ya que al ser designado vocal presentó un escrito que aclaraba sus actividades, además de especificar la renuncia a representar a los clientes de su bufete. Por su parte, el presidente de la comisión gestora, Diego Martín Reyes, aludió a que el "criterio de interpretación de la norma jurídica es contemplar la realidad del tiempo en que se aplica", y estimó que en este caso había sido ignorado. Martín Reyes no quiso pronunciarse a priori sobre su decisión de optar entre sus clientes del bufete o la comisión gestora, antes de conocer la votación del próximo pleno. El vicepresidente primero de la gestora, Jorge Chacón, que dirige un estudio de arquitectura en Marbella, quiso quitarle hierro a la decisión de la comisión: "El revuelo es exagerado y a pesar de tener un pasado limpio, debo abandonar direcciones de obra de un estudio de arquitectura de mi propiedad. Cuando entramos en este barco fuimos nosotros los que presentamos la petición del informe, pero creo que el dictamen ha rizado el rizo. No puedo abandonar mis encargos anteriores".

El presidente Martín Reyes insistió en disentir de la comisión. "Antes de aceptar el cargo, los cinco preguntamos a los partidos que formaron la gestora acerca de las posibles incompatibilidades y en todos los casos nos aseguraron que éstas no se daban", zanjó.