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LAS HISTORIAS DE CUATRO 'SIN TECHO'

"Me quedé sin casa, sin madre y sin familia"

Las situaciones de exclusión social grave no son el resultado de un mismo patrón de comportamiento previo, ni se explican por la vivencia de las mismas experiencias en todos los casos, ni se identifican con un mismo perfil personal. La vía de entrada a la exclusión y a la ausencia de un hogar resultan diferentes en cada persona. El Defensor del Pueblo vasco ha recogido en su trabajo el testimonio de nueve personas sin hogar. Algunas de ellas tienen una familia y una infancia "normal" que, por diferentes circunstancias de la vida, han comenzado un proceso vital de autodestrucción. Aquí se resumen sus testimonios.

"Todo esto [la indigencia] fue resultado de un divorcio. Estuve casado 15 años y mi mujer se quedó con el piso. Aquéllo fue un golpe muy fuerte para mí porque justo en ese momento me fui al paro con otros 21 compañeros por la reconversión de la empresa en la que trabajaba. Me fui con mi madre, que estaba cuidando a un tío que estaba muy enfermo. Murió mi madre y me puse a cuidar a mi tío. Pasado un tiempo, le concedieron una plaza en una residencia y mis primos vendieron el piso y me echaron. Fue el momento más duro, porque me quedé sin casa, sin madre y sin familia".

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Una mujer sin techo refleja así su peripecia vital: "Yo creo que he acabado en la calle porque no he tenido el amor de unos padres. De muy jovencita me fui a vivir con mi novio, que pertenecía a un clan familiar y tenía sus negocios [relacionados con la droga], pero lo asesinaron y yo me vi en la calle porque la familia de mi novio me lo quito todo".

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