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El Ejército israelí dice que no causó la matanza del viernes en la playa

Naiara Galarraga Gortázar

El Ejército israelí ha investigado durante cuatro días lo ocurrido en la playa de Beit Lahia, en Gaza, el pasado viernes día 9, y asegura que no fue responsable de la explosión que mató a siete miembros de la familia Galia, incluidos tres niños.

El ministro de Defensa, Amir Peretz, del Partido Laborista, exculpó anoche con una frase enrevesada a los suyos pero no apuntó a ningún responsable de la tragedia. "Tenemos suficientes pruebas que respaldan que la sospecha de que la intención de describir esto como una acción israelí no es correcta", declaró.

El Ejército se investigó a sí mismo y concluye que la explosión fue causada probablemente por un artefacto que estaba enterrado en la arena, pero no establece categóricamente si fue colocado por palestinos o es un viejo proyectil israelí.

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El general Meir Kalifi, que ha dirigido la investigación, compareció junto a Peretz y al jefe del Estado Mayor, Dan Halutz. Kalifi, aseguró que el bombardeo con artillería del Ejército israelí había acabado cuando ocurrió la explosión en la playa, al filo de las cinco de la tarde. "Las posibilidades de que hubiera fuego de artillería a esa hora en ese área son cero", afirmó en el Ministerio de Defensa, en Tel Aviv.

No obstante, la prensa israelí ha informado estos días de que entre las 16.31 y las 16.48 horas la artillería israelí disparó seis proyectiles en esa zona. Cinco de ellos cayeron a 250 metros de la playa, pero el sexto no lo han ubicado. Subrayan, sin embargo, que la detonación ocurrió al menos ocho minutos después de que éste fuera disparado.

Análisis de los disparos

Los investigadores militares se basan en el análisis de la hora exacta del lanzamiento de cada proyectil disparado ese día por tierra, mar y aire, la ubicación de los impactos, y la metralla extraída a los heridos que fueron trasladados a hospitales israelíes.

Tres son los indicios que les llevan a concluir que el origen de la explosión no fue un proyectil israelí, según adelantaban ayer varios diarios hebreos.

La metralla hallada no es de un proyectil del Ejército; las fotos del cráter ocasionado por la explosión parecen causadas por una explosión desde abajo (por una mina, por ejemplo) y no desde arriba (un proyectil de artillería); la inteligencia israelí sostiene que, desde que el 30 de mayo sus soldados entraron en la franja, Hamás ha minado la playa del norte de Gaza por si hay otra incursión.

Inmediatamente después de la matanza del viernes, el Ejército israelí lamentó lo ocurrido, aunque nunca asumió formalmente la responsabilidad, y ordenó suspender los intensos bombardeos hasta que concluyera la investigación.

Mientras, otra investigación de la organización estadounidense Human Rights Watch señala que las pruebas apuntan a que Israel disparó el proyectil pero no descarta que el origen fuera otro.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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