Imágenes y palabras reconstruyen la génesis y los viajes del 'Guernica'
En su último viaje, hace ahora casi 25 años, el Guernica cruzó el Atlántico para asentarse primero en el Caserón del Buen Retiro y más tarde, y de manera definitiva, en el Museo Reina Sofía. Pero el Guernica fue un cuadro concebido para viajar. "Y para no traicionar el deseo del gran artista del siglo XX que para mí es Picasso hemos hecho está exposición, para que el cuadro siga viajando", aseguró ayer en la Casa de América Gonzalo Armero, artífice de la exposición Pablo Picasso, Guernica. Historia de un cuadro.
La muestra, "transportable" y de espíritu viajero -"los paneles se transportan en unas cajas preciosas que parecen un tren", aseguraba el profesor Antonio Bonet Correa-, repasa la historia de la obra, desde su encargo por el Gobierno de la República en 1937 hasta su llegada a España en 1981. Ilustra el relato el propio Guernica. El final y los estadios previos -ocho en concreto- fotografiados por Dora Maar. Son en total 30 paneles. Y las imágenes se apoyan en las palabras, las que narran la génesis y los periplos de la obra, y otras palabras inspiradas por la misma. La reproducción del Guernica de 3,40 por 1,60 metros da la espalda a los versos de César Vallejo, Blas de Otero, Paul Éluard, José Ángel Valente, José Bergamín, Juan Larrea, Rafael Alberti y Michel Leiris.
¿Por qué poner un libro de pie?, se preguntaba Armero. "Esta exposición es un libro que incluso se podría encuadernar". ¿Y por qué no hice un DVD?, prosiguió. "Porque quería que fuese un acontecimiento, el lugar de reunión, el ágora, quería que hubiese actividades alrededor, conciertos, películas...". No obstante, por encima de todo Armero quiere que el Guernica viaje.
La exposición es una producción de Armero Ediciones y Exposiciones y forma parte de un programa de muestras portátiles que, en el espíritu de La Barraca, permiten contar historias a un público lo más amplio posible. "Se hace algo para que aumente un poco la bondad del mundo", apostilló Armero.
Las muestras Federico García Lorca. Imágenes. Palabras, de 1998, y Cuatrocientos años de Don Quijote por el mundo fueron sus anteriores iniciativas. "Lorca viajó hasta Japón", exclamó Armero. Pero ahora es el turno de Picasso y el Guernica, que estarán en la Casa de América de Madrid hasta el próximo 15 de junio. "Armero es un artista del diseño, de la planificación, todo lo que hace es digno de interés", aseguró el poeta Luis Alberto de Cuenca, asiduo de la revista Poesía, que dirige el propio Armero. "Uno puede odiar a Pessoa pero amar el número de Poesía dedicado a Pessoa", añadió.
Babelia
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