El Consistorio quitará un carril de tráfico y ensanchará aceras en otro tramo de Atocha

La calle de Atocha, en el distrito de Centro, será más transitable para los peatones. El Ayuntamiento de Madrid ha adjudicado las obras de remodelación del último tramo de la vía, entre la calle de Cañizares y la plaza de Antón Martín, a la empresa Tebasa. La inversión total asciende a 540.000 euros. El plan afectará a cerca de 300 metros de la calle, donde se eliminará un carril de tráfico y se ampliarán las aceras para dar un aspecto más peatonal a la vía. La reforma de la calle de Atocha se prolonga ya desde hace cuatro años.

En unos meses, la reforma de la céntrica calle de Atocha, en el corazón del Madrid histórico, habrá concluido definitivamente. El plan municipal forma parte de la rehabilitación integral del área de Jacinto Benavente. El proyecto adjudicado ahora por el Ayuntamiento de Madrid es un tramo de 285 metros de longitud entre la calle de Cañizares y el paso de peatones justo enfrente del pasaje Doré.

El gobierno municipal pretende conceder más protagonismo al peatón, por lo que sus técnicos han decidido que se amplíen las aceras en casi un metro de anchura, hasta un total de 3,25 metros.

Además, el Consistorio renovará todo el mobiliario urbano de la vía y de las infraestructuras de servicio. "Actualmente la calle constituye uno de los ejes circulatorios de la ciudad, donde el tráfico rodado es prioritario", explica Juan José de Gracia, consejero delegado de la Empresa Municipal de Vivienda (EMVS), que convocó el concurso de ideas. "Esta situación cambiará tras las obras", añade el responsable.

El Ayuntamiento de Madrid admite que la circulación es actualmente "muy complicada por la continua ocupación ilegal de uno de los carriles por los coches estacionados en segunda fila". Por eso, los técnicos municipales propugnan la eliminación del carril izquierdo, dejando una calzada de sólo seis metros de anchura.

Ahora, la calle cuenta con carriles de uso exclusivo para el tráfico rodado, uno de ellos reservado para autobuses, todos en sentido subida.

Cuando terminen las obras sólo quedarán dos vías para el tráfico rodado, una de ellas reservada para el transporte público. De este modo se podrán ampliar las aceras y establecer una franja para zona de carga y descarga de mercancías. En la zona reservada para aparcamiento se pondrán árboles y farolas, para no restar espacio a las aceras.

Lugares de encuentro

Sobre las esquinas y los cruces de peatones de estos espacios se produce una zona de ensanchamiento de las aceras que llegan a 5,25 metros. Estas zonas están diseñadas para convertirse en lugar de encuentro y espera. La pavimentación de las zonas de aparcamiento, como las rampas de los cruces, se cubrirán de adoquín de granito oscuro.

Los pasos de peatones combinarán adoquines claros y oscuros. La señalización favorecerá la movilidad de los peatones. El proyecto es obra de los arquitectos Javier Tejera y José Javier Bataller, ganadores del concurso promovido por la EMVS y el colegio de abogados.

A la altura del teatro Monumental, en la plaza de Antón Martín, el carril de la derecha es usado continuamente por unidades móviles de televisión, lo que dificulta enormemente el tráfico por esta calle. Según el plan municipal, estos vehículos se trasladarán a los aparcamientos de la manzana de debajo en la misma calle de Atocha. Además, se crearán unas infraestructuras de comunicación subterránea para el tendido de cables de estas unidades móviles.

La reforma de esta calle se prolonga ya desde hace cuatro años. Los primeros trabajos para reformar la calle de Atocha comenzaron en 2002, cuando el Ayuntamiento de Madrid reformó el tramo entre la glorieta de Carlos V y la plaza de Antón Martín.

Un año después, el Ayuntamiento abordó una primera renovación del tramo entre las plazas de Antón Martín y Jacinto Benavente, para lo que empleó 300.000 euros.

Estos trabajos forman parte del convenio suscrito entre el Consistorio, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Vivienda en junio de 2003, y refrendado el pasado 31 de mayo, por el que se acuerda rehabilitar la zona y actuar en cerca de 600 viviendas en el área.

El presupuesto pactado entre las administraciones para todas las actuaciones asciende a 15 millones de euros, de los que casi seis millones serán aportados por promotores privados.