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Reportaje:

Más muertos en la cocina que en la guerra

Los accidentes laborales son ya el 30% en la unidad de quemados de La Paz, donde abundan cada vez más los inmigrantes

"La cocina se ha cobrado más víctimas mortales que muchas guerras". El doctor Vidal García Torres lleva 36 años viendo llegar cada vez más trabajadores que han sufrido accidentes en sus empleos a la Unidad de Quemados del hospital madrileño La Paz. Los últimos datos son de 2004. Tuvieron 339 pacientes (189 hombres y 150 mujeres), de los que 81 (el 23,7%) habían resultado heridos en sus trabajos. "Estamos notando una notoria tendencia al alza de accidentes laborales, que se están aproximando al 30%".

Y eso que los percances que sufren amas de casa en la cocina no se cuentan como accidente laboral, algo que García Torres considera que se debería debatir. Cada vez más siniestros laborales y cada vez más trabajadores extranjeros afectados, en consonancia con la entrada de éstos en el mercado laboral español. "Hay muchísimos inmigrantes, siempre tenemos uno o dos en la unidad. Hubo una temporada que de las 10 camas de intensivos todos eran trabajadores extranjeros, había uno que hablaba castellano, era ecuatoriano; el resto, de diversas nacionalidades, un albano-kosovar, marroquí, senegalés...".

García Torres y César Casado, otro cirujano plástico de su servicio, luchan a diario por salvar a pacientes con pésimo pronóstico, que en ocasiones ni siquiera se lo agradecen cuando ven en el espejo las terribles secuelas. "Estará orgulloso de lo que ha hecho", ironizó el hombre cuya cara terriblemente deformada muestra en su cámara fotográfica un doctor a otro para pedirle opinión sobre una nueva operación.

Enrique Cerdá, jefe de la Unidad de Quemados del hospital de Getafe, explica que, pese a la enorme mortalidad de estos enfermos, "es muy gratificante saber que si se hace bien el trabajo y con un poco de suerte puedes salvar alguna vida". A veces los accidentes de quemados afectan a muchos operarios, como fue el caso de los nueve fallecidos de la refinería de Puertollano (Ciudad Real) o los 10 obreros de Arranz Acinas en Burgos (dos heridos se salvaron).

"Muchas veces he pensado que el accidente se podía haber evitado. En la prensa se suele echar la culpa al empresario, pero yo creo que la culpa es a repartir, porque el operario sí colabora pero no lo suficiente. Hay muchos errores humanos. Hay quien se pone a soldar al lado de una bombona de butano", explica García Torres.

Joaquín Nieto, responsable de Salud Laboral de CC OO, piensa que es la combinación de "los incumplimientos de la norma, la mala praxis preventiva y la presión del sistema productivo" la que hace que ocurran tantos accidentes.

No fue la imprudencia la que llevó a Diego, de 38 años, a La Paz. Es uno de los pocos pacientes entrevistables, dado que muchos están totalmente aislados para evitar que se infecten sus heridas. Él se quemó la mano derecha al tratar de apagar un coche incendiado en el aparcamiento de un centro comercial donde trabajaba como vigilante. "Gasté dos extintores y cuando iba a por el tercero resbalé en un líquido, algún ácido, y la piel del brazo se me fue hasta aquí", relata señalando el codo. Su mujer, María José, opina que tenía que haber salido corriendo "y no hacerse el héroe". Diego se emociona al recordar que hace ya una semana que no ve a su niño, a punto de cumplir tres años.

El cursillo contra incendios que permitió a Diego mejorar laboralmente no le sirvió. "A mí me falló el resbalar". A otros, como los nueve fallecidos por la explosión en la refinería de Puertollano (Ciudad Real) el 14 de agosto de 2003, les fallaron las medidas de seguridad, según determinó la Inspección de Trabajo, que propuso dos multas a Repsol-YPF por faltas muy graves, que podrían llegar a 1,2 millones. El Gobierno de Castilla-La Mancha espera a que haya una sentencia para decidir el importe final, según un portavoz del Ejecutivo autónomo.

También las familias de los 10 muertos en Burgos el 13 de enero de 2005, en el incendio del local donde se cambiaban (en el que había almacenada gasolina), esperan que se celebre el juicio penal contra tres responsables de la empresa.

Diego, en una cama del hospital La Paz tras sufrir un accidente laboral.
Diego, en una cama del hospital La Paz tras sufrir un accidente laboral.GORKA LEJARCEGI

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