Alivio en la Junta con el TSJA

A pesar de las apariencias, la Junta se ha quitado un peso de encima con la resolución del TSJA que falla en su contra, una vez más, en relación con la póliza del ex presidente de Cajasur Miguel Castillejo. Es ahora, por tanto, cuando se puede dar por cerrado el acuerdo al que en su día llegó el consejero de Economía, José Antonio Griñán y el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, para conseguir que la entidad regresara a la jurisdicción de la Administración andaluza. Se dijo entonces que el Gobierno andaluz, a modo de concesión, renunciaba a su pleito sobre la jubilación de oro que se había habilitado el sacrificado Castillejo. No hubo desarme judicial sobre la póliza, aunque los dirigentes de la Junta sabían que había escasas posibilidades de que prosperase la orden para que Cajasur anulase la póliza de Castillejo, una orden que la caja recurrió ante el TSJA.

Claro que más que verlo como un varapalo judicial, habrá alguien que entienda este fallo como todo un alivio para las sufridas autoridades andaluzas. No hay que olvidar que en las mismas circunstancias que Castillejo se encuentra el actual y todopoderoso Braulio Medel, presidente de Unicaja. Estaba a la cola aguardando a lo que sucediera con el anterior presidente de la caja cordobesa para proceder en parecidos términos. La antecesora de Griñán, Magdalena Álvarez, le advirtió a Medel que si seguía adelante en su afán de dotarse de una póliza multimillonaria similar a la del cordobés, entraría, igualmente, en conflicto con la Junta.

Se avecinaba un nuevo choque de trenes pero, en esta ocasión, con una persona muy cercana a los socialistas como ocurre con el presidente de la caja oriental. Sin embargo, no ha hecho falta llegar a tanto, por lo que el alto tribunal andaluz, más que un disgusto, ha proporcionado un alivio. No tendrá que malgastar más energías abriendo otros frentes con los presidentes de las cajas andaluzas, máxime si se tiene en cuenta el talante de Griñán, poco dado a las estridencias y sí, en cambio, a los discursos de Estado.

En esas estamos cuando entran las prisas para lograr la fusión de las cajas El Monte y San Fernando. Esta semana seguirán las muestras de apoyo hacia el presidente de la primera, José María Bueno Lidón. No quieren más sobresaltos así que después de conocer lo manifestado por el Banco de España será cuestión de seguir el guión, esto es, retirada ordenada del sector inmobiliario.

Enfrente se encuentra el otro presidente, Luis Navarrete, hombre de partido que nunca tuvo dudas de la misión que tenía encomendada por el PSOE sevillano y por la propia Administración autonómica, a diferencia de otros, centrados ahora en su terruño, felices y contentos. El desconocimiento de Navarrete de los temas estrictamente financieros no ha impedido que se mantuviera firme en su empeño de lograr la fusión de ambas entidades y, mientras tanto, se han tomado las medidas de saneamiento necesarias para llegar a ese punto con la máxima fortaleza posible. A ver quién ríe último.