EA asegura que el 'plan Ibarretxe' es el listón mínimo para superar el "conflicto vasco"
La presidenta de Eusko Alkartasuna (EA), Begoña Errazti, presentó ayer en Pamplona la aportación de su formación para la futura mesa de partidos en la que considera al plan Ibarretxe, aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento vasco en diciembre de 2004 y rechazado en el Congreso dos meses después, el listón mínimo sobre el que alcanzar un acuerdo para solucionar el "conflicto vasco".
El documento, de 21 folios y titulado Normalización y pacificación, señala que "por debajo de estos contenidos difícilmente puede encontrarse una solución armonizadora y normalizadora, sin perjuicio de negociaciones y aportaciones puntuales". En cualquier caso, EA "se reserva el derecho de aportar su propio proyecto" si finalmente los partidos que apoyaron aquel plan presentan "alternativas diferentes".
El texto precisa que "si el camino hacia la independencia requería pasar por la soberanía, el apoyo a un proyecto de soberanía gradual y limitada no hipotecaba futuro alguno". Un futuro que EA vislumbra desde el ejercicio del derecho de autodeterminación: "La normalización política consiste en dar solución al problema nacional mediante la autodeterminación".
EA reconoce la pluralidad de la sociedad vasca y está dispuesta, "sin renunciar" a sus principios ideológicos, a buscar con las demás fuerzas las "soluciones más adecuadas para conjugar el respeto a los derechos del pueblo vasco y su aceptación social". En cualquier caso, reitera que sus señas de identidad son el reconocimiento de la nación vasca y el derecho de autodeterminación para "conformar un Estado propio".
Integración territorial
En cuestiones metodológicas, EA cree que la paz y la normalización política son el anverso y el reverso de una misma moneda. "En consecuencia, estimamos desacertado separar las fases de pacificación y normalización, ya que ésta última forma parte indisoluble de la primera". Y niega a ETA toda capacidad de decisión política, aunque tampoco que la banda sea utilizada como excusa
La formación que lidera Errazti defiende que la mesa de partidos, sin exclusiones, deberá abordar "la integración territorial y el sujeto político", pero también la consulta y el reconocimiento de la nación vasca.
Resalta que el modelo vigente diseñado en la Constitución y el Estatuto "no ha resuelto los problemas pendientes, y una parte importante del pueblo vasco, el nacionalismo en su conjunto", no acaba de hallar encaje en el modelo de Estado. Entre las dos vías que cita para resolver el "contencioso vasco" -la solución foral basada en la "recuperación de soberanía por vía de derechos históricos y devolución de poderes" o la nacional, que "aspira a la formación de un Estado independiente por vía de la autodeterminación"- apuesta por la segunda, sin despreciar la primera.
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