¿Qué haría yo?

Están muy pendientes del proceso. Siguen las noticias, se enfadan con los enfrentamientos entre los distintos partidos políticos y se preguntan a sí mismos hasta dónde estarían dispuestos a ceder y a perdonar. Ocho víctimas del terrorismo opinan sobre cómo les gustaría que evolucionase el proceso de paz.

SEBASTIÁN NOGALES "Hablar para evitar que haya más víctimas no es bajarse los pantalones"

Hace casi cuatro años, Sebastián Nogales, policía nacional, estaba en coma. Un grupo de kale borroka le dio una paliza brutal en plenos sanfermines. "Me atacaron por llevar un uniforme. Sin conocerme de nada. Sin saber cómo soy. Estaba todo preparado. Querían cargarse a un policía el día del chupinazo y se emplearon a fondo. Casi les sale bien".

Ha cambiado de ciudad y ya no es policía. No tiene trabajo pero está buscando uno. Sebastián tiene 40 años y mucha esperanza en el proceso. "Me emocioné mucho cuando ETA anunció el alto el fuego. No sé si durará tres meses o un año, pero yo me alegré. Desde entonces tengo muchas ganas de llamar a una amiga y comentar lo que está pasando. Ella no sabe todavía lo que me ocurrió. Es esposa de un policía nacional y madre de un etarra encarcelado en Madrid por colaborar con el Comando Barcelona. He visto sufrir mucho a esos padres cada vez que se desplazan a ver a su hijo". Sebastián está a favor del acercamiento de presos y del diálogo con Batasuna. "Mientras están hablando, no están matando. Evitar que haya más víctimas no es bajarse los pantalones".

Mª CARMEN HERNÁNDEZ "Yo ya he perdonado, sin que nadie me lo pidiera"

Hace una semana se cumplió el sexto aniversario de la muerte de su marido. Se enteró por la radio. "Dijeron que una bomba había matado a un concejal del PP. Cuando vino la policía a casa, yo ya sabía que era él. Llevaban meses haciéndonos la vida imposible". María Carmen, de 61 años, sigue poco los medios de comunicación. "No me sienta bien. Procuro enterarme lo menos posible. Me pica la curiosidad y acabo leyendo algo pero enseguida me pongo muy nerviosa".

Sigue viviendo donde vivía, en Durango, con sus hijas y cuando se siente "muy agobiada" se va a pasar la tarde a Bilbao: "Han vuelto a llenar las paredes de pintadas proetarras, de carteles que dicen orain (ahora). A lo mejor la gente pasa por delante y ni los lee pero a otros nos hacen mucho daño. Creo que el Gobierno se ha precipitado. Soy partidaria del diálogo pero yo hubiese esperado más. No veo que Batasuna haya cambiado de actitud. Aquí están todos muy envalentonados y no les he oído condenar la violencia. Yo hubiese esperado ese gesto para sentarme a dialogar".

También apoya el acercamiento de presos: "No entiendo por qué tienen que pagar los padres lo que han hecho sus hijos. Soy partidaria del perdón. Yo he perdonado sin que nadie me lo haya pedido y lo he hecho para encontrarme mejor. Creo en el arrepentimiento y en la reinserción".

JESÚS FRUCTUOSO "La manifestación me parece inoportuna"

"Mi hermano pasaba por allí. Un coche bomba explotó cerca de un guardia civil el 27 de abril de 1987 en Meridiana (Vizcaya). Al guardia civil no le pasó nada". Juan murió. Tenía 29 años.

Jesús, escultor, de 52 años, cree que hay "una oportunidad" para que no haya más muertes como la de su hermano y que hay que aprovecharla.

"Ojalá dejaran las armas sin pedir nada a cambio pero eso es imposible y lo sabemos. Los que dan por hecho que el Gobierno va a claudicar en todo están adelantando acontecimientos. Primero, que hablen. Cuando haya algo claro en la negociación, entonces que nos pregunten qué nos parece y que lo hagan en el Parlamento, que es donde estamos todos representados. Ese será momento de protestar, si no nos gustan los términos". Jesús no fue ayer a la manifestación. "Me parece inoportuna. Creo que la AVT está muy manipulada por el PP, que nos está utilizando de una forma pueril. Temen que si el Gobierno acaba con esto, tardarán mucho en volver al poder. Sería mejor ir todos juntos pero si las dos partes implicadas, el Gobierno y los terroristas, tienen voluntad de hablar, que hablen. El Gobierno es quien dirige esto y quien tiene que llevar la voz cantante".

FRANCISCO JAVIER ORTEGA "Morderse la lengua y perdonar para salvar vidas"

En 1995, un grupo de los GRAPO le secuestró en su propia casa, con su mujer y sus dos hijos, de tres y un año. Francisco trabajaba en una entidad bancaria y la intención de los terroristas era que les acompañara al día siguiente a recoger el rescate al banco. Hoy está "ilusionado" con el proceso. "Creo que las cosas se están haciendo bien. Va a ser complicado y doloroso. Muchos van a tener que perdonar y morderse la lengua para salvar vidas, pero creo que el proceso saldrá adelante de todas formas". A Francisco le gustaría que fuese "rápido, discreto y generoso por ambas partes". Si él pusiera las condiciones, estaría a favor de un acercamiento de los presos - "el castigo a las familias es absurdo"-, y de legalizar Batasuna - "no comparto sus ideas, pero es un partido al que ha votado muchísima gente" -.

MANUEL VALLS "Trabajemos discretamente por la paz"

Perdió a su hermano, Javier, en el atentado de Hipercor. Cree que el proceso de paz es "irreversible" y apoya el diálogo con los terroristas. "Tarde o temprano se tenía que hablar con ETA. Habrá que hablar, ajustar, hacer filigranas para parar la violencia. ¿Qué pretenden los que se oponen al diálogo, que se arrodillen en una plaza y pidan perdón? Eso no se ha visto en ningún otro proceso de paz del mundo. La humillación, la venganza y el revanchismo no llevan a ningún lado. Hay que negociar, con discreción, como hace cualquier empresa. Trabajemos discretamente por la paz. Será el mejor homenaje que le pueda hacer a mi hermano".

ROSA PELÁEZ "¿Por qué tenemos que ir detrás de ellos?"

Rosa, su marido y su hijo pequeño, Héctor, que entonces tenía 3 años, resultaron gravemente heridos en el atentado de Hipercor. Están pendientes del proceso pero Rosa confiesa que en casa "apenas se habla de eso". "Nos cuesta mucho todavía. No podemos", dice.

Le gustaría que en la mesa del diálogo con Batasuna se sentase un representante de las víctimas: "Estaría de acuerdo en que hablase con Batasuna si hubiese contado con nosotros. Deberíamos estar representados en esa reunión. Pero antes tienen que dejar las armas, pedir perdón, ¿por qué tenemos que ir detrás de ellos?".

ROSA LORES "Lo que toca es querer la paz, de una vez por todas y todos juntos"

Rosa estaba embarazada cuando sufrió el atentado de un grupo de extrema derecha el 20 de septiembre de 1977. Ella no lo sabía entonces. Trabajaba de secretaria en la revista El Papus y aquel día llegó a la redacción un paquete bomba que abrió el conserje. La onda expansiva le hizo caer desde una altura de dos pisos. "Pensaron que había muerto. Afortunadamente, me puse bien y tengo una hija preciosa".

La falta de entendimiento entre las fuerzas políticas le parece una falta de respeto hacia las víctimas: "Es todo una falsedad. No me siento apoyada por los políticos. A veces unos se queda con la sensación de ser un número manejado por unos y por otros. No entiendo que el PP critique lo mismo que hicieron en su día, que es hablar con ETA. Ahora lo que toca es querer la paz, de una vez por todas y todos juntos. Claro que hay que dialogar con ETA. ¿Qué podemos esperar sin hablar?".

ÁNGELES ÁLVAREZ "Los políticos no entienden el miedo"

ETA asesinó a su marido, Antonio Gómez Ramos, guardia civil, en 1980 en Zarautz. Si hubiera estado en Madrid, habría ido ayer a la manifestación. "No me gusta que parezca que las víctimas estamos enfrentadas porque las víctimas somos todos iguales, pero quizá la manifestación sirva para que los políticos se den cuenta de cuánta gente sigue teniendo miedo. Ellos no entienden ese miedo. No saben lo que es. Creo que ahora debemos unirnos todos para tratar de arreglar esto de una vez. Si ahora se puede hacer algo, que lo hagan. Que hablen con quien tengan que hablar para terminar con esto", asegura.