_
_
_
_
Crónica:LA CRÓNICA | NACIONAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

La discreción del PNV

Los nacionalistas vascos, inquietos por la ruptura anunciada por Rajoy

Soledad Gallego-Díaz

En medio de un panorama político tan agitado, y sobre todo, en el que no hay manera de imponer un poco de silencio, llama precisamente la atención la discreción y el perfil bajo con el que se mueve desde hace semanas el Partido Nacionalista Vasco (PNV). No sólo el presidente del partido, Josu Jon Imaz, autor de la estrategia de total apoyo al Gobierno en sus contactos con ETA, sino también los representantes del sector más crítico con Imaz, como Joseba Egibar o el propio Xabier Arzallus, se esfuerzan por mantenerse fuera del foco mediático. Sólo el lehendakari, Juan José Ibarretxe, cada vez más aislado en su cargo institucional, intentó adquirir algún protagonismo, aprovechando un viaje a Nueva York y unas declaraciones sobre el derecho a la autodeterminación.

Dirigentes nacionalistas estiman que las mesas de diálogo político servirán difícilmente para algo si no está presente el PP, tercer partido político de Euskadi

Eso no quiere decir, según uno de sus dirigentes, que el PNV no se sintiera esta semana muy preocupado por la marcha de los acontecimientos. Los nacionalistas vascos están muy inquietos por la ruptura total anunciada por Mariano Rajoy y el Partido Popular en el Congreso de los Diputados y han intentado, incluso, realizar alguna aproximación a los populares, tanto en el País Vasco como en Madrid.

De acuerdo con el análisis que realizan algunos dirigentes nacionalistas, las mesas de diálogo político en Euskadi tendrán difícilmente alguna utilidad sin la presencia del que es, en estos momentos, el tercer partido político de Euskadi. Malo, si no participa Batasuna (o su heredera), pero malo también si queda fuera, aunque fuese voluntariamente, el PP, concluyen.

En cualquier caso, los intentos de acercamiento con el Partido Popular han resultado, por ahora, completamente infructuosos.

Algunos políticos nacionalistas esperan nuevos "gestos" de Batasuna con vistas a su futura legalización. Algo que satisfaga al Gobierno de Rodríguez Zapatero e, indirectamente, al propio PNV, que ha insistido hasta la saciedad en que primero debería conseguirse la paz y, luego, plantearse los objetivos políticos. El anuncio de la futura entrevista de Patxi López con representantes de la ilegalizada Batasuna les cogió tan de sorpresa como a los demás partidos. López se puso a posteriori en contacto con ellos para explicar lo ocurrido.

Tal y como están las cosas, lo más lógico, analizan en medios nacionalistas, es que Batasuna vuelva a realizar algún tipo de declaración en torno a su rechazo de la violencia y su voluntad de apoyar exclusivamente vías pacíficas. Quizás, el encuentro entre López y Otegi fuera el mejor momento para ello, aventuran.

La impresión más generalizada en medios del PNV es que, de momento, a ellos sólo les cabe esperar. Esperar el resultado del referéndum catalán, esperar la comparecencia del presidente del Gobierno ante el Congreso para anunciar los primeros contactos formales con ETA; esperar la reunión López-Otegi. El papel del PNV, argumentan, llegará más adelante. Y será importante, afirman, poniendo su confianza en las buenas relaciones establecidas por Imaz y Zapatero y en los resultados de su actual política de apoyo y discreción.

Avasallar

La legalización de Batasuna se percibe en estos momentos como uno de los elementos más inmediatos del proceso de diálogo en el País Vasco. Su participación en la vida política institucional parece un elemento indiscutible e imprescindible en el camino por recorrer, pero su participación, una vez que sea legal, en todos los debates políticos y, sobre todo, su regreso en 2007 a los ayuntamientos provocará un nuevo terremoto en la vida política de Euskadi.

Tan importante como lograr que la legalización se haga de acuerdo con las normas de la actual Ley de Partidos Políticos, sin dudas ni interpretaciones diversas, sería un auténtico compromiso de discreción por parte de Batasuna, explican en medios socialistas.

Los concejales de la izquierda abertzale no pueden volver a los ayuntamientos tocando las fanfarrias ni avasallando. "Tienen que ser conscientes del malestar que eso causa en los militantes constitucionalistas de muchos pueblos, que han sufrido mucho y que quizá ahora estén dispuestos a hacer de tripas corazón y a aceptar su regreso a la vida municipal únicamente porque están convencidos de que ETA realmente se ha visto obligada a decidir el abandono de las armas. Pero siempre será imprescindible que el partido que herede a Batasuna aprenda discreción y prudencia, que no pretenda volver a su táctica de "matonismo y avasallamiento", mantiene un diputado socialista vasco. Y eso es lo que le parece más difícil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_