Barberá acepta sin objeciones el Plan del Litoral, que recomienda que el puerto no crezca en Valencia

El proceso de información pública del Plan de Acción Territorial del Litoral de la Comunidad Valenciana (PATL) ha pasado sin pena ni gloria por los servicios técnicos del Ayuntamiento de Valencia. El gobierno local del PP ha dictaminado "favorablemente" el proyecto sin objeciones ni propuestas a un plan que afecta a la planificación del litoral de la ciudad, recupera la llamada Ruta Azul entre Valencia y Sagunto, y que señala que "a largo plazo el puerto de Valencia no debería crecer mucho más en su actual emplazamiento". Para el gobierno presidido por Rita Barberá, el Plan del Litoral, que fija las directrices de ocupación, uso y protección de la franja litoral valenciana, "no implica alteración alguna de carácter sustancial" del actual plan general urbano ni de las previsiones para la revisión de este instrumento de planificación. Por tanto, no hay "nada que objetar desde el punto de vista técnico". Las previsiones del plan vinculan a las administraciones locales y prevalecen sobre las disposiciones municipales.

Las únicas sugerencias al nuevo plan elaborado por la Consejería de Territorio y Vivienda las plantea el servicio del ciclo integral del agua y se refieren a servicios básicos. Este departamento indica que "debería estudiar la conveniencia de incluir" en el plan las servidumbres de los emisarios submarinos para evacuar aguas pluviales; los puntos de vertido al mar de la red de acequias; los aliviaderos de la red de colectores, y una "red mínima de defensa del medio ambiente" para evitar vertidos al cauce público o el mar.

El Plan del Litoral, en cambio, sí ha suscitado el debate en la oposición y colectivos como los arquitectos, que presentaron alegaciones al proyecto. Así, el grupo municipal socialista ha propuesto que se libere de la urbanización una franja litoral de 200 metros en la Ruta Azul, entre otras aportaciones que reiteran la conveniencia de que el puerto de Valencia agote la capacidad de sus instalaciones y renuncie a una ampliación que agravará el basculamiento de las playas del norte. Por su parte, el Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana pidió en sus alegaciones una moratoria para los PAI previstos en la costa y exigió la protección de la costa valenciana aún virgen.