"Los políticos no han hecho pedagogía del texto"

A Núria Reguero (Barcelona, 1982) lo que más le ha interesado del proceso de redacción y negociación del Estatuto es el discurso empleado por los partidos y los medios de comunicación ante los ciudadanos. Esta estudiante de doctorado en Políticas de Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona opina que los políticos no han contribuido a que "la dialéctica haya sido positiva" y tampoco a difundir los contenidos de la carta. Aun así, sostiene que votará sí porque el documento supone un salto en la descentralización del Estado.

Pregunta. ¿Está motivada para ir a votar?

Respuesta. Tengo ganas de ir, pero confieso que en ocasiones las pierdo. Tenemos mucha información sobre el Estatuto y, en cambio, no conocemos bien sus contenidos. El debate ha sido muy superficial, de luchas partidistas, y no se ha hecho pedagogía sobre lo que significa el texto.

P. ¿Y en cuanto a los recortes?

R. Los ha habido, pero es más útil la posibilidad que nos da el texto de podernos renovar. Si decimos no, difícilmente encontraremos un momento como el actual para negociar y nos quedaremos el Estatuto de 1979, que reproduce un modelo central de España.

P. ¿Y el que se somete a referéndum cambiará este patrón?

R. Pues por ejemplo en materias como justicia, sí. Lo que importa es que se traduzca en un beneficio para el ciudadano, además de otros reconocimientos.

P. ¿Como el de nación?

R. Eso me da igual. Me gusta la descentralización porque es cómoda, y el ciudadano tiene que verlo. Todo nacionalismo es una construcción, y es útil para que el individuo tenga un sentimiento de pertenencia a un grupo. El peligro está cuando una identidad se basa en la negación del otro. Y el PP lo hace y algunos partidos de izquierdas también.

P. ¿Y quién es responsable de no haber explicado bien el Estatuto?

R. Los transmisores, que han hecho evolucionar el poder de la palabra hacia la palabra del poder. Se deberían elaborar discursos equilibrados, aproximaciones para que la gente pueda formarse su opinión. Es que, además, ¡yo me lo he bajado de Internet porque no me ha llegado a casa!