"Un trabajo intenso con el que se obtiene respuesta"

"A veces son necesarios meses de investigaciones, pero los resultados llegan, porque cuando se produce la alarma por delitos como éstos se inicia un trabajo intenso con el que se obtiene respuesta", afirmó ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, en la comparecencia en la que se facilitaron detalles de la operación. Bernabé trasladó un mensaje de confianza y calificó el resultado como una muestra de la "eficacia" contra la inseguridad. El delegado del Gobierno reconoció la "extrema violencia" de la banda y la "complejidad" de la investigación.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Xàtiva ha dirigido la investigación, informó el Tribunal Superior de Justicia valenciano. Fue ese juzgado el que tuvo que abrir las diligencias, aún bajo secreto, al producirse el asalto con dos muertos en Canals que desencadenó la investigación. Francisco Ramírez, el propietario del chalé que mató a dos asaltantes, permanece imputado en esa causa por dos posibles delitos de homicidio. La identificación de los dos fallecidos -colombianos, residentes en Madrid y uno de ellos con orden de expulsión- no daba suficientes pistas a los investigadores. Días después del asalto, fue hallado un vehículo abandonado cerca del lugar de los hechos que podría haber sido usado por los ladrones. Tenía demasiadas huellas para arrojar claridad a las pesquisas, según fuentes del caso.

Identificaciones

El rastreo de las comunicaciones entre móviles en los alrededores de la casa de los Ramírez-Ferri en las horas previas y posteriores al asalto sí supuso un avance importante. La autorización oportuna permitió comprobar los números desde los que se habían producido llamadas cerca de la finca. Y a partir de esa información se empezó a identificar a alguno de los participantes. Esos datos, además, se fueron contrastando para dibujar un perfil lo más acertado posible. Empadronamientos o registros sobre movimientos en los alquileres sirvieron para confirmar lugares de residencia, actividad y pautas de vida.

Una de las dificultades de la investigación, como dijo el coronel Joaquín Borrell, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, ha sido la dispersión geográfica de los detenidos. Forman un grupo pero no todos actúan a la vez. Es más, hay integrantes con especialidades que les hacen idóneos para determinado tipo de golpes. Fuentes de la investigación explicaron que la dispersión geográfica es una característica de estas bandas. Lo es también, y supone una complicación, el mantenimiento de una rutina de normalidad laboral y familiar alejada de la violencia y brutalidad de sus golpes.