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LITERATURA INFANTIL

Un 'Quijote' de andar por casa

UNA DE las más interesantes aportaciones de la celebración, en 2005, del Año de El Quijote fue la revitalización de la vieja y recurrente polémica sobre la lectura de los clásicos desde las primeras edades. Ante los defensores del respeto reverencial a los clásicos y, por tanto, contrarios a que los lectores accedan a ellos antes de tener la edad y la formación adecuadas, esta vez parece que ganaron los que opinan que la iniciación a los clásicos puede y debe hacerse cuanto antes mejor. Y ganaron gracias al empeño editorial -prácticamente todas las editoriales publicaron quijotes para niños-, y gracias también a la excelencia de muchas de esas ediciones, tanto en la autoría de las adaptaciones como en los magníficos trabajos de ilustración. La gran acogida de estas iniciativas ha permitido la consolidación de nuevas colecciones específicas, de las que citaremos tres, como las más representativas.

Para los más pequeños (5-8 años) Pictogramas en la historia de Don Quijote de la Mancha, adaptación de Carlos Reviejo con ilustraciones de Javier Zabala, en SM, que tuvo una gran repercusión internacional al ser premiado en la Feria de Bologna (Italia). Además, su ilustrador, Javier Zabala, fue el premio Nacional de Ilustración 2005 por otro libro de SM, El soldadito Salomón. En la misma colección Pictogramas se ha publicado posteriormente Pictogramas en el cuento de Platero y Juan Ramón, de Carlos Reviejo con ilustraciones de Ulises Wensell.

Para los medianos (8-11 años), Edebé publicó El Quijote contado a los niños, una excelente y asequible versión de Rosa Navarro Durán, catedrática de Literatura Española de la Universidad de Barcelona y especialista en la Edad de Oro, ilustrada por Francesc Capdevila, que ha dado origen a la colección Clásicos contados a los Niños, que se edita en castellano y en catalán, y en la que se han publicado ya Tirante el Blanco contado a los niños y Platero y yo contado a los niños, firmadas por ambos autores.

Y para lectores de 12 años en adelante, la valenciana Algar y, en catalán, Bromera iniciaron la publicación de sus volúmenes de clásicos ilustrados por el gran Manuel Boix con Don Quijote de la Mancha, en versión de Vicente Muñoz Puelles y traducción de Josep Palomero, a la que seguiría Tirante el Blanco, firmada conjuntamente por ambos autores.

Además, también los llamados clásicos de la literatura infantil y juvenil siguen siendo objeto de nuevas ediciones, algunas de ellas ilustradas y en nuevos formatos que las hacen especialmente atractivas. Es el caso de la espectacular versión "animada" y desplegable de Alicia en el País de las Maravillas, de Kókinos; los ilustrados para jóvenes de Libros del Zorro Rojo: La isla de las voces, de Stevenson/Alfredo Benavídez; Consejos para las niñas buenas, de Mark Twain/Montse Ginesta, y El turista excepcional, de Gómez de la Serna/Hermenegildo Sábat; Perro de cristal, de L. Frank Baum, ilustrado con los collages de Pedro Millán (OQO); el magnífico álbum ilustrado por Noemí Villamuza, Encender la noche (Kókinos), un cuento inédito en España de ese clásico contemporáneo que es Ray Bradbury; y finalmente, la nueva edición de Peter Pan, de Barrie, en Alfaguara, como antesala del lanzamiento, en octubre, de la "continuación oficial" del clásico: Peter Pan de rojo escarlata.

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