Todo en el aire

Un representante artístico (Affleck) ve cómo su mundo se le viene abajo, infidelidad de su bellísima esposa (Romjin) incluida, mientras decide cómo revisar su propia vida. Y lo que tiene que reconocerse no es moco de pavo: arribista, delincuente, nuestro hombre se va a sentir dolorido por lo que la bella le ha hecho, mientras contempla cómo su diario íntimo, escrito como fruto de un curso de autoayuda, va a parar a manos sin escrúpulos.

Hecho a mayor gloria del dudoso sentido de la comedia de Affleck, el filme, con un torpe guión, deja en el aire demasiadas preguntas, pero sobre todo una: ¿por qué demonios una modelo de éxito debería regresar con el imbécil irredento de su marido?