Los pescadores capturan más de 20 toneladas de bocarte

La flota de bajura del Cantábrico, que salió el lunes a faenar, ha atrapado en los dos últimos días más de 20 toneladas de anchoa, según cálculos realizados por el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Jaime Tejedor, antes de que todos los barcos arribasen a tierra. "Pensábamos que no íbamos a pescar anchoa. Nos hemos quedado un poco descolocados de cara a la reunión que tenemos el lunes en Bruselas para analizar esta problemática", reconoció.

El sector vive estos días atrapado entre la realidad de la mar y la política. Todavía no ha recibido la propuesta de ayudas del Ministerio de Pesca para compensar las escasas capturas de la campaña -hasta el lunes sólo se habían hecho con 720 toneladas- y le preocupa. "Puede ser muy engorrosa, porque uno ha podido pescar más que otro, pero haber gastado menos en gasolina. ¡A ver cómo se resuelve!", apunta Tejedor.

La flota, que sigue demandando el cierre del caladero, también está angustiada por la supervivencia de la especie y su futuro. En todo caso, la semana pasada decidió que no podía quedarse de brazos cruzados mientras pescaban los arrastreros del país vecino, a los que les corresponde una cuota muy inferior (500 toneladas frente a 4.500), y se hizo a la mar. Sólo una treintena de embarcaciones se están dedicando a esta pesquería, para la que la organización ecologista Greenpeace pide medidas urgentes. El resto de buques, con tripulaciones escarmentadas por la escasez de bocarte, se han volcado en el chicharro y los túnidos. Ayer descargaron en Hondarriba al menos 30 toneladas de atún rojo, especie en peligro en el Mediterráneo.