"Conocían su estado y no se adoptó medida alguna"
La Fundación Jiménez Díaz, responsable de la clínica de La Concepción, ha sido condenada por la Audiencia Provincial como responsable civil subsidiaria de los tres asesinatos, cuatro tentativas de asesinato, dos delitos de lesiones y una falta de lesiones cometidos por la doctora Noelia De Mingo. Por ello, deberá desembolsar 1.467.545 euros en concepto de indemnizaciones a los familiares de los fallecidos y a los heridos en el brutal ataque.
La sentencia recoge que la Fundación Jiménez Díaz debe responder subsidiariamente del pago de las indemnizaciones por varios motivos. Una, que la acusada se encontraba en la clínica como médico residente de tercer curso y trabajaba con contrato de la citada fundación. Dos, los responsables del centro "conocían su estado y situación y no se adoptó medida alguna tendente a evitar un resultado que en cierta medida era previsible y evitable".
La fallecida Leilah El Ouaamari y María Alcalde hablaron con sus superiores sobre ello. También les trasladaron el miedo que sentían. Cualquiera podía ver el comportamiento extraño de la doctora. Los pacientes tenían que ser reconocidos por otros médicos. "Por lo que cuentan sus compañeros, cuando llegó Noelia era simpática y divertida. Cambió mucho a partir de enero de 2003. Callada, mutismo y malas caras", resume la sentencia de la Audiencia Provincial.
Suceso evitable
"Tales testimonios ponen de relieve no sólo que cualquier persona que se relacionaba con Noelia podía apreciar el estado de la misma, sino que las personas que con ella trabajaban habían puesto en conocimiento de sus superiores su estado, sus temores y el peligro que suponía su mantenimiento en el hospital, pese a lo cual ninguna medida fue tomada por los responsables del mismo a fin de evitar cualquier evento dañoso para los trabajadores, pacientes y cualquier otras personas dentro del centro hospitalario", resume con contundencia la sentencia. "Si se hubiera tomado alguna medida, probablemente se habría evitado el acaecimiento de los hechos que han sido objeto de enjuiciamiento", concluye el fallo.
El tribunal también se sorprende de que ninguna persona perteneciente al servicio de vigilancia del centro hiciera acto de presencia en el lugar de los hechos. A la acusada sólo le hicieron frente dos celadores, un auxiliar y un médico que lograron reducirla "portando como única defensa uno de ellos un pie de suero". "Todo ello determina que deba declararse la responsabilidad civil subsidiaria de la Fundación Jiménez Díaz", termina el fallo.
La fundación tenía contratada con Mapfre Industrial un seguro que recogía una indemnización máxima por siniestro de 1,2 millones de euros.
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