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El Rey pide a Noruega diálogo para resolver los problemas de la pesca

El primer ministro Stolterberg muestra su apoyo al proceso de paz

El Rey reiteró ayer en Oslo "el compromiso español con el uso sostenible de los recursos pesqueros", pero pidió también a Noruega "diálogo y colaboración bilateral" para resolver el conflicto en las aguas del archipiélago Svalbard, donde el pasado noviembre fueron apresados dos pesqueros españoles. Las dos partes reiteraron sus posiciones sobre este contencioso.

Don Juan Carlos aludió en un almuerzo ofrecido por el primer ministro, Jens Stolterberg, al que asistió el rey Harald V, al problema suscitado el 20 de noviembre de 2005, cuando la guardia costera noruega apresó al Garoya Segundo y al Monte Meixueiro, bajo la acusación de pescar ilegalmente fletán azul. Los buques fueron liberados el 13 de diciembre, tras abonar sendas multas, después de que la Comisión Europea recordara a Oslo que carece de jurisdicción para imponer su ley en las 200 millas náuticas en torno a dicho archipiélago.

El contencioso es compartido por otros países, como Rusia y Japón, que tampoco aceptan la jurisdicción noruega. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, repasó con su homólogo Jonas Garhr Store los contactos mantenidos desde noviembre por los ministros de Pesca, así como la reunión técnica celebrada en Madrid en mayo.

Según fuentes españolas, Store reconoció ayer la tradición pesquera española en torno a Svalbard, pero reiteró la determinación de su país de controlar los recursos pesqueros. Moratinos dijo que España quiere participar en ese control. Ambos acordaron seguir dialogando "con espíritu constructivo", y sobre ese futuro incide el llamamiento del Rey a que "el respeto de las normas y convenios internacionales" que caracteriza la política noruega se aplique también a este contencioso.

El primer ministro de Noruega expresó la esperanza de que la tregua permanente de ETA culmine en una paz verdadera, pero lo hizo en unos términos que no dejaron de causar sorpresa. "Nuestro deseo para Su Majestad es que también España pueda dejar atrás lo que queda de discordancias internas que tantos sufrimientos han costado y tanto miedo han generado. Ahora que parece que ese fin pudiera estar más cerca, estamos convencidos de que la trayectoria incluyente y conciliadora de Su Majestad ha jugado un importante papel", dijo tras recordar el papel del Rey en la transición y hacer votos por la paz de Europa.

"Mención genérica"

Dicha por el jefe del Gobierno de un país en el que hubo contactos, conocidos sin duda por Stoltenberg, de representantes españoles y del entorno etarra previos a la declaración de la tregua, la frase del primer ministro sugería una participación directa de don Juan Carlos en el proceso.

En medios de la Casa del Rey la declaración fue acogida como un intento de homenajear a don Juan Carlos, que resultó desafortunado en la medida en que parecía arrancar precisamente de unos hechos a los que, según los mismos medios, es ajeno. Esta interpretación fue confirmada por la oficina del primer ministro, que, a instancias de la Embajada de España, informó, a través de esa misma legación, de que la intención de Stoltenberg había sido "hacer una mención genérica del papel integrador" de don Juan Carlos, "sin vincularle en modo alguno con un tema concreto de actualidad".

La jornada aportó también la firma de una declaración hispano-noruega por Moratinos y su homólogo noruego, en la que los dos países se comprometen a cooperar para la solución del conflicto de Oriente Próximo. Con la autoridad que les confiere el haber sido sede de la Conferencia de Madrid y de los Acuerdos de Oslo, respectivamente, España y Noruega acordaron apoyar al presidente palestino, Mahmoud Abbas, en su empeño porque Al Fatah y Hamás dialoguen, así como canalizar a través de él las ayudas que permitan mantener abiertas las oficinas palestinas en el extranjero.

Los Reyes cubrieron un programa cultural, al inaugurar en el Museo Nacional una exposición sobre el Quijote, que reúne obras de Eduardo Arroyo, Rafael Canogar o Alberto Corazón, entre otros, junto a artistas más jóvenes como Cristina Iglesias, Susy Gómez o Javier Pérez. El Quijote fue declarado hace cuatro años en Noruega el libro más importante de la historia por un jurado de 100 escritores provenientes de más de 50 países.

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