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El barco con 216 asiáticos era buscado desde abril tras ser avistado cargado de inmigrantes

El 'MV Miss' fue localizado en dos ocasiones rumbo a Canarias y viró hacia Mauritania

El arrastrero con 216 inmigrantes asiáticos que fue remolcado el martes hasta el puerto de Cádiz era buscado desde abril, al ser sospechoso de dedicarse exclusivamente al traslado masivo de inmigrantes. El barco había sido avistado en dos ocasiones, el 1 de abril y el 17 de mayo pasados, rumbo a Canarias con la cubierta repleta de inmigrantes. El buque se llamaba entonces MV Miss, y en ambas ocasiones viró y huyó hacia Mauritania. Tras ser repintado y pasar por el dique seco, fue rebautizado con el nombre de Annat TG-99, el que lucía el martes cuando fue hallado al pairo.

Vídeo del rescate de inmigrantes en alta mar
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Los rescatados guardan silencio para demorar su identificación

El registro del barco, de 40 metros de eslora, concluyó ayer por la mañana. El primer objetivo de los agentes fue revisar el GPS para identificar los waypoints o puntos por los que habría pasado el pesquero en su derrota desde el Atlántico africano hasta la embocadura del estrecho de Gibraltar. Pero debido a que el arrastrero se había quedado sin electricidad, el aparato de posicionamiento estaba apagado y para conocer los datos que almacena había que reiniciarlo e introducir las claves de entrada. Los tripulantes se negaron a facilitar esas claves, por lo que el aparato ha sido enviado a los laboratorios de la Guardia Civil de Madrid para descifrarlo.

Lo único que de momento se sabe a ciencia cierta es que su último atraque para cargar inmigrantes lo hizo en Guinea-Conakry, según fuentes de la investigación, y que se echó mar adentro desde el Golfo de Guinea, posiblemente hace dos semanas. El destino probable era el puerto del Pireo (Grecia) u otro punto del sur de Italia, ya que en la cubierta llevaba tres banderas de cortesía: la española (izada en el momento del rescate), la italiana y la griega. Cuando fue abordado, estaba fondeado, intentando capear el temporal. Las fuentes consultadas aseguran que no tenían intención de tomar tierra en España, ya que lo habrían hecho en Canarias.

Cuatro buzos de la Guardia Civil inspeccionaron el casco bajo el mar y el trabajo de la brigada canina descartó la existencia de droga o armas en el interior de la bodega o en algún departamento interior. Lo que sí hallaron los agentes fue cartas náuticas y documentación que indicaba que el buque era el MV Miss, aunque también se ha llamado Miss Gambia y Miss Banjul. Este barco fue avistado el 1 de abril por avión del Ejército del Aire a 150 millas de las aguas territoriales de Canarias y dio media vuelta para enfilar hacia la ciudad mauritana de Nuadibú. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fue el que alertó de la partida del buque cargado de inmigrantes, también asiáticos como el martes, lo que llevó al Ministerio de Defensa a enviar un avión Focker, con la misión de localizarlo, y una corbeta con órdenes de contactar con su tripulación.

El barco fue localizado por el Focker, que tras sobrevolarlo en varias ocasiones comprobó que llevaba a centenares de personas a bordo, así como varias embarcaciones. El buque viró 180º grados, abandonó aguas internacionales y se adentró en el dominio marítimo de Mauritania. El mismo barco fue también avistado el 17 de mayo y, lo mismo que en la primera ocasión, dio media vuelta hacia las costas africanas.

Desde entonces, el MV Miss se había convertido en uno de los objetivos prioritarios de los servicios que luchan contra la inmigración irregular, ya que había constancia fehaciente de que se dedicaba, al igual que otros siete buques en busca y captura, al traslado masivo de inmigrantes irregulares. Su pista se perdió hasta el martes. El arrastrero había sido pintado recientemente y se había colocado un cartel con el nombre Annat TG-99, lo que invitaba a pensar que su botadura se había realizado en 1999, una fecha que contrasta con el destartalado aspecto exterior e interior del buque.

Las bodegas contaban con tres entradas y cada una de ellas disponía de un sistema de aire acondicionado visible desde el exterior. Las autoridades sospechan que los inmigrantes realizaron el viaje en la cubierta, pero que tenían la consigna de esconderse en el interior de las bodegas del barco si aparecía algún helicóptero u otro medio de vigilancia, para simular que era un pesquero faenando por el banco mauritano.

La subdelegación del Gobierno de Cádiz precisó ayer que, en total, los inmigrantes interceptados fueron 223, de los cuales siete permanecen detenidos al ser considerados tripulantes. Éstos proceden de Mauritania, Gambia y Senegal. Un total de 214 extranjeros se mantienen en un centro policial de Algeciras, mientras que dos permanecen ingresados en la clínica San Rafael de Cádiz, aquejados de dolores abdominales y fiebre. Además uno de los inmigrantes recibió una pomada para tratarle contra la sarna. De momento, no tienen ni nombres ni apellidos. Las autoridades españolas los identifican con fotografías a las que se les ha asignado un número.

Uno de los tripulantes del barco, ayer, junto a los miembros del juzgado de Cádiz que dirigieron el registro del arrastrero.
Uno de los tripulantes del barco, ayer, junto a los miembros del juzgado de Cádiz que dirigieron el registro del arrastrero.ROMÁN RÍOS

43 hombres a pulso

La tripulación de la patrullera Río Duero, destinada a Mauritania en labores de interceptación de cayucos, se la jugó el martes en aguas internacionales para rescatar a los 43 inmigrantes irregulares que acababan de zarpar rumbo a Canarias en una barca de fibra de vidrio. Los guardias civiles tuvieron que estar abarloados a la canoa, de 12 metros de eslora, durante 65 minutos para izar a la patrullera a todos los pasajeros, de uno en uno y a pulso.

Un vídeo facilitado por la Guardia Civil muestra cómo se produjo el rescate, mientras ambas embarcaciones cabeceaban agitadas por olas de dos metros y vientos del norte de entre 25 y 30 nudos, a unas 34 millas de Cabo Blanco, ya en aguas internacionales. Los rescatados, todos vestidos con trajes de agua de vivos colores, declararon que habían zarpado hacía siete días de Dakar (Senegal), pero había salido esa misma madrugada de Nuadibú, según la ruta registrada en el GPS.

Toda la operación fue vista por un avión de reconocimiento de Marruecos, que sobrevoló ambas barcas, a baja altura, en cuatro ocasiones. Los inmigrantes, que iban bien provistos de víveres, agua y combustible, hubieran llegado en tres o cuatro días a Canarias. Ayer mismo, un cayuco con 85 inmigrantes indocumentados llegó a Tenerife.

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