Los rescatados guardan silencio para demorar su identificación
Los inmigrantes asiáticos rescatados el martes frente a las costas de Chipiona (Cádiz) apenas han cruzado una palabra con los policías, sanitarios y miembros de la oficina judicial que se han acercado a ellos, bien para investigar el origen y destino del barco bien para preguntarles si necesitan algún tipo de cura. Según explicó ayer el director del dispositivo que atendió a los inmigrantes, Alberto Armario, los ocupantes del barco "parecían tener la consigna de no hablar, de no aportar ningún dato sobre su identidad o nacionalidad". De hecho, sólo se les ha visto hablando entre ellos, siempre en voz baja. La policía y la Guardia Civil sospechan que tratan de que no pueda determinarse su país de origen en virtud del dialecto que hablen.
Los extranjeros fueron alimentados y recibieron primeros auxilios pero apenas intercambiaron palabra. Diversos portavoces de asociaciones de ayuda a inmigrantes explicaron que en estos viajes se imprime el miedo a castigos severos en las cárceles, por lo que se advierte de que cualquier revelación a las autoridades puede volverse en contra de ellos. Según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, hasta dentro unos días los rescatados no perderán el miedo a ofrecer detalles, ya que están "aleccionados" por la organización de traficantes des humanos.
Solicitud de asilo
Debido a que no parecen dispuestos a colaborar, se les van a tomar las huellas dactilares a todos ellos y se cruzarán datos con los servicios policiales de los países de los que se supone que proceden. El Ministerio de Asuntos Exteriores mantenía ayer contactos con las embajadas y consulados de estos países para tratar de acelerar la identificación.
Los pasajeros tienen la condición de rescatados puesto que viajaban en un barco no abanderado, propiedad de una compañía ilegal y sin documentación, por lo que han sido trasladados a un Centro de Estancia de Extranjeros y no serán sometidos a ningún procedimiento administrativo sancionador, explicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Esta situación les permite solicitar, además, el asilo en España, según aseguraron fuentes policiales.
Cinco de los inmigrantes, los que mejor se expresan en inglés, están ejerciendo para el juzgado número 4 de testigos del caso. Con todo, su testimonio apenas ha podido revelar generalidades. Sus explicaciones han servido para situar las posibles nacionalidades de los ocupantes en Pakistán, India y Cachemira. Un total de 100 inmigrantes permanecerán en el centro de internamiento de Algeciras, pero el resto será trasladado a otros centros de España que tengan plazas de sobra para alojarlos.
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