Hallado frente a Chipiona un pesquero a la deriva con 220 'sin papeles' asiáticos
La policía detiene a seis hombres de Gambia como presuntos tripulantes del 'Annat TG-99'
Un buque llegó anoche remolcado hasta el puerto de Cádiz con 220 inmigrantes asiáticos a bordo. Se había quedado al pairo, por una avería en el suministro de energía eléctrica. El pesquero María Luz Cárdenas, con base en Huelva, lo avistó y dio aviso a Salvamento Marítimo. Según las primeras investigaciones, procedía del golfo de Guinea y su destino probable era la costa de Grecia o la de Italia. Los sin papeles aseguran que son nacionales de Pakistán, Cachemira, India y Kurdistán. Fueron trasladados a un centro de acogida en Algeciras. Tres necesitaron asistencia hospitalaria. La Guardia Civil detuvo a los seis tripulantes del buque, todos ellos subsaharianos. Uno posee pasaporte de Guinea-Conakry.
El barco, de unos 30 metros de eslora, pintado de blanco y azul y en un estado muy deficiente, portaba un cartel con el nombre Annat TG99, aunque probablemente era falso. No llevaba izada bandera propia, sólo la española, considerada de cortesía. En él viajaban hacinados sin papeles. Sobre cubierta, algunos sacos de patatas. La tripulación, compuesta por seis hombres (cinco de Gambia y uno de Guinea Conakry), quedó detenida por un presunto delito contra la seguridad de los trabajadores extranjeros.
El buque fue avistado a las doce y media a nueve millas al oeste de Chipiona (Cádiz). Llevaban en el mar entre 11 y 15 días, según explicó un portavoz de la Delegación del Gobierno. El barco había salido del golfo de Guinea y se cree que los inmigrantes habían llegado previamente hasta África por otros medios.
Tras quedarse a la deriva por un fallo en el suministro eléctrico, fue avistado por un pesquero. Acudieron en su auxilio el buque Salvamar Gadir y el remolcador Sertosa 18. La tripulación de Salvamento Marítimo, al comprobar la presencia de una gran cantidad de personas en la cubierta, solicitó la presencia del helicóptero Helimer Andalucía y de dos embarcaciones de la Guardia Civil, que auxiliaron en la operación de remolque. Ocho guardias colaboraron en las tareas de gobierno de la embarcación, ya que los tripulantes negaron en todo momento su responsabilidad e intentaron hacerse pasar por sin papeles.
Fuerte viento de levante
Las tareas de rescate se vieron dificultadas por el fuerte viento de levante, que retrasó la llegada del buque hasta el muelle gaditano, donde desde primeras horas de la tarde se había instalado un dispositivo sanitario con medios del Servicio Andaluz de Salud, Cruz Roja y Protección Civil y con un amplio despliegue de seguridad, con policía nacional, portuaria y Guardia Civil. El servicio de emergencias 061 dispuso su unidad de apoyo logístico, que incluye un hospital de campaña, mientras el Servicio Andaluz de Salud alertó a los hospitales puerta del Mar y San Rafael en Cádiz, así como al Clínico de Puerto Real.
El barco llegó pasadas las ocho de la tarde con la mayoría de los indocumentados sentados en la cubierta. Uno a uno fueron desembarcando. Todos jóvenes, mayores de edad, varones, con barba de varios días, cabizbajos. Salvo uno, herido en una pierna, no presentaban problemas de salud grave, aunque sí síntomas de agotamiento.
El recuento fue especialmente lento para evitar el colapso del hospital de campaña, donde fueron atendidos y recibieron alimentos. Algunos tenían fiebres y taquicardias, que se unían a otros síntomas de agotamiento y desnutrición.
Todos fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes Era de las Torres de Algeciras, donde permanecerán hasta que sean identificados y se pueda determinar su nacionalidad. Tienen la consideración de rescatados. El juzgado número 4 de Cádiz se encarga de la instrucción de este caso. Su primera medida ha sido ordenar el precinto del barco una vez desalojado. Esta misma mañana se van a revisar el GPS, las cartas náuticas y toda la documentación para determinar con exactitud de qué país procedía el barco. En el puente se hallaban dos banderas, una de Italia y otra de Grecia.
A unas 45 millas de Motril (Granada), también fue localizada anoche una embarcación con 31 sin papeles de origen marroquí, entre los que se encontraban dos menores y dos mujeres.
Buques al mejor postor
La costa atlántica africana es un varadero. Desde la Costa Esqueletos (Namibia), que debe su nombre a los barcos desguazados que pueblan sus playas, hasta Dakar (Senegal) centenares de buques en pésimo estado se alquilan al mejor postor. Ésos son los barcos que, como el de ayer, son utilizados por las mafias para intentar viajes masivos. Desde 2001, al menos nueve de estos paquebotes han arribado a España con más de 1.300 subsaharianos.
El primero de ellos, el Asha, fue localizado en Tenerife en abril de 2001, adonde arribó con 108 inmigrantes a bordo. El barco había zarpado de Dakar y había empleado 15 días de navegación errática antes de llegar a Canarias. El segundo fue el Ocean King, localizado en Lanzarote en agosto de 2002, que había zarpado de Nuadibú (Mauritania), en este caso con tan sólo 20 extranjeros.
Los dos máximos absolutos en cuanto a número de inmigrantes a bordo lo ostentan el Noé y el Olomne. El primero llegó en diciembre de 2002 a Las Palmas con 223 inmigrantes que habían embarcado en Dakar.
El segundo llegó a Tenerife en febrero de 2005 con 227 subsaharianos que habían embarcado un mes antes en Costa de Marfil. Tras el Fullbeck (enero de 2004, con 100 inmigrantes), el NT Conacry (108 extranjeros, llegado a Tenerife en febrero del mismo año), el 15 de octubre de 2005 llegó a Gran Canaria el NV Polar, con 176 inmigrantes subsaharianos. El penúltimo, antes del capturado ayer, fue el Menavaa, que arribó a Algeciras (Cádiz) con un total de 135 inmigrantes asiáticos.
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