La autopsia descarta que un hombre que murió en Madrid tuviera la variante humana de las 'vacas locas'

La autopsia realizada con muestras del cerebro de Javier Monge descartan que éste padeciera la llamada variante humana del mal de las vacas locas. El director del Instituto de Investigación Fundación Hospital de Alcorcón, Alberto Rábano, aseguró que la prueba ha confirmado lo que se suponía, que Monge, un hombre de 33 años que falleció el 27 de abril, estaba afectado por un tipo "muy raro" de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

Esta dolencia forma parte de las llamadas encefalopatías espongiformes. Aparte de la versión humana de las vacas locas (también llamada nueva variante), existen otros tres tipos: la genética, la yatrogénica (transmitida mediante transplantes de duramadre, una de las cubiertas de la médula) y la esporádica o normal, cuya causa se desconoce.

Según el registro del Instituto de la Salud Carlos III, que sólo llega hasta septiembre de 2005, desde 1993 se han diagnosticado en España cinco casos de enfermedad yatrogénica, 31 de familiar o genética y 597 de esporádica. El 10 de julio del año pasado murió la única víctima española de la nueva variante, que se relaciona con el consumo de carne de vaca loca: una mujer de 26 años que vivía en el sur de Madrid.

Para descartar el caso de Monge, se ha hecho un estudio neuropatológico normal, además de aplicar otras técnicas de detección específica de un cierto tipo de depósito en los priones (una forma de proteína cuya acumulación causa el mal de las vacas locas). Además, los datos clínicos del paciente, como la edad y el tiempo de evolución de la patología, "encajan perfectamente en el tipo inusual [esporádico] de la variante de Creutzfeldt-Jakob", explicó Rábano a Europa Press.

El caso de Javier Monge se conoció en 2001, en plena crisis alimentaria por el mal de las vacas locas (aquel año se encontraron 82 animales enfermos en España; en lo que va de 2006 el Ministerio de Agricultura lleva registrados 29). La familia alertó de que el hombre había vivido en Reino Unido, el país más afectado, en la época de mayor expansión de la enfermedad. Una anotación en su historia clínica -"posible nv" [nueva variante]- alimentó aún más las sospechas.

La noticia del resultado de la autopsia sorprendió la familia de Monge. "Nos parece una falta de ética y de humanidad que nos hayamos tenido que enterar por los medios de comunicación. Todavía no sabemos nada oficialmente", declaró ayer la madre de Javier, Rosa Sanz.

La familia no ha decidido aún qué va a hacer. Tiene una muestra de tejido guardada por si decide hacer "un análisis independiente". "Tenemos que discutirlo mi marido, mi hija y yo. Pero no podemos decidir nada hasta que nos llegue el resultado oficial", dijo Sanz. Un diagnóstico positivo de nueva variante abriría la posibilidad de recibir una indemnización de Reino Unido.