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EE UU exculpa a sus soldados de una segunda matanza en Irak

Yolanda Monge

Las fuerzas estadounidenses no cometieron falta alguna y siguieron todos los procedimientos habituales. El Ejército de Estados Unidos ha exonerado de toda responsabilidad a los soldados relacionados con la muerte de civiles iraquíes el pasado 15 de marzo en Ishaqi, cerca de Samarra, a unos 100 kilómetros al norte de Bagdad.

Las autoridades iraquíes denunciaron que niños y adultos hasta un número de 13 fueron abatidos a tiros durante una redada. Pero las tropas estadounidenses tenían una versión diferente que ahora es dada por válida por los mandos: los soldados elevaron al máximo los procedimientos de seguridad al acercarse a una casa en la que consideraban que se escondía un terrorista de Al Qaeda, informó el portavoz militar, William Caldwell. "Puede que hubiera hasta nueve muertes colaterales", además de los cuatro iraquíes sospechosos de terrorismo que fueron declarados muertos por las tropas en su momento, dijo Caldwell.

Ishaqi se ha sumado a otros escándalos por el comportamiento de los militares en Irak. A esas muertes se les ha dado carpetazo. Pero la posible matanza de Haditha se extiende como una mancha cada vez más oscura.

El diario The New York Times informaba ayer de que los mandos de los marines supieron que la muerte de 24 civiles en Haditha era responsabilidad de sus tropas y no de una bomba sólo dos días después del incidente. Según una fuente militar, los mandos no vieron razón para investigación. El hecho de que hubiera discrepancias entre los marines a la hora de relatar lo ocurrido tenía que ver con la tensión y dureza del combate al que están sometidos. La matanza de Haditha ocurrió el pasado 19 de noviembre por una supuesta venganza por la muerte de un marine tras la explosión de una bomba al paso de su vehículo.

Con la polémica de Ishaqi zanjada y Haditha bajo investigación, otros siete marines y un miembro de la Armada podrían ser acusados de asesinato, secuestro y conspiración en un confuso tiroteo en abril en el que murió un iraquí al oeste de Bagdad.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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