¿Victoria?
El Consejo de Europa insta al Gobierno de España a restituir la dignidad y la memoria en todos los lugares donde hay o hubo enterradas víctimas del franquismo. En Valencia hay un lugar con especial significación y cuya destrucción ha sido calificada de atentado al Patrimonio Artístico por el Consell Valencià de Cultura: es la fosa común del antiguo Cementerio Civil, donde se arrasaron unas cien lápidas de gran valor para los valencianos.
Debemos restituir a esta fosa su patrimonio, recuperando hasta donde sea posible los restos que aún existan para construir en ella un memorial bajo el nombre de "Jardín de las ideas", puesto que aquel rincón fue el único espacio de libertad en donde se podían expresar y fijar símbolos y pensamientos prohibidos durante décadas. El Ayuntamiento de la señora Barberá arrasó de un palazo una isla de Libertad que ni siquiera Franco osó tocar.
Pedimos y queremos investigar el misterio de los miles de restos que fueron enterrados en la fosa de la Sección 5ª Derecha, para poder cerrar definitivamente este capítulo. Una muda y fría cruz de piedra no es suficiente para recordar a los primeros asesinados por el franquismo, en circunstancias atroces, y cuyos familiares aún no han podido finalizar el duelo debido a sus difuntos; aún no tienen la certeza de su presencia en esa gran fosa.
Rechazamos de plano la presencia en las fosas de un monolito dedicado a todos los muertos en la Guerra Civil, puesto que tal aberración no es sino volver a dar un homenaje a quienes llevan 70 años recibiéndolo, a costa de quienes llenaron un día enormes fosas en este cementerio.
Según las recomendaciones del Consejo de Europa al Gobierno español, los represaliados del franquismo tienen todo el derecho a recibir un trato digno y diferenciado a perpetuidad en sus lugares de reposo. Por tanto, quienes quieran, de nuevo, rendir homenaje a los franquistas a costa de los republicanos asesinados, en nosotros no va a encontrar compañeros de viaje.
Algunos saludan con mucha prisa, la decisión de Rita Barberá de "priorizar los enterramientos en otras áreas del cementerio" como un triunfo. Con esa expresión la alcaldesa parece dar a entender que no va a construir los nichos. Tras un mes largo de escándalos, por fin tienen que desdecirse de sus intenciones. Pero son lágrimas de cocodrilo; en ningún caso Barberá ha dado realmente su brazo a torcer; es más, su Ayuntamiento es la única institución europea que sigue peleando, incluso personándose en juicios, para defender la memoria de los verdugos mezclándola con la de sus víctimas.
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