CiU condiciona su apoyo al Gobierno a la política catalana

Debate de guante blanco entre Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero cada uno en su sitio, con avisos y advertencias. El pacto de CiU con el Gobierno central para apoyar, junto al PSC, y en contra de ERC, el Estatuto de Cataluña, no impidió que Duran precisara que "no se trata de la sustitución de unos aliados por otros". El dirigente nacionalista avisó: "No olvide que en nuestro caso es la política catalana la que va a condicionar nuestra posición en esta Cámara y no nuestra política en Madrid la que condicione la política en Cataluña".

Y Duran se hizo eco de unas presuntas intenciones del Gobierno socialista según las cuales con ellos podrían pactar políticas económicas y con otros grupos -la izquierda- acordaría la política social. "No lo haga, señor presidente, se equivocaría; y, por supuesto, no cuente con nosotros para ello porque para CiU las políticas económicas y sociales están relacionadas como lo está la democracia y el mercado". En la defensa del Estatuto y en el sí en el referéndum para el próximo día 18 de junio coincidieron ambos así como en rebatir la tesis del PP de que el Estatuto de Cataluña no obedece a una demanda social. Los ciudadanos están representados en el Parlamento de Cataluña, y sus legítimos representantes, con excepción del PP, lo impulsaron, aunque ahora ERC no lo apoye. El presidente del Gobierno señaló su convicción de que se abrirán espacios de encuentro entre ambas fuerzas políticas pero remachó que "quien formará Gobierno será el PSC", en referencia al resultado de las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, que se celebrarán en otoño. La aclaración de Zapatero vino después de que tanto el PP como CiU interpretaran que daba por seguro que el siguiente Gobierno estará encabezado por CiU. Después, Zapatero insistió en que aspira a la colaboración con CiU si bien rehusaba ser más explícito "por la cercanía de una campaña electoral".

El discurso de Duran no fue cómodo para Zapatero en ningún ámbito: inmigración, delincuencia, reformas fiscales y política exterior fueron algunos de los temas en los que el dirigente de CiU pidió explicaciones al jefe del Ejecutivo. El presidente del Gobierno respondió a Duran sobre la panoplia de asuntos tocados: política industrial, despliegue de la Guardia Civil para hacer frente a la delincuencia, reformas fiscales, política energética, vivienda, Ley de Dependencia...

El jefe del Ejecutivo respondió también a la demanda de Duran sobre inversiones en infraestructuras en Cataluña. "Ese compromiso de inversiones tiene el valor de la palabra dada, tal y como ya hice con la devolución de los papeles de Salamanca".

Para que no quedaran dudas, Duran respondió que su grupo "no mendiga nada. Siempre hemos actuado en servicio de Cataluña y de todos los pueblos de España; y en el servicio a todos los ciudadanos, todas las lenguas, todas las culturas, nos va a encontrar", enfatizó.