Mapfre deja de ser una mutua para salir a Bolsa y abordar la expansión en Europa
La primera aseguradora española quiere covertirse en una de las cinco grandes del continente
Mapfre, la primera aseguradora española, ha celebrado su 73º cumpleaños cambiando su estructura social para convertirse en sociedad anónima que cotizará en Bolsa. El Consejo de Administración decidió ayer abandonar la estructura mutual, "porque el que no crece se muere y este modelo no sirve para crecer y ser líder", según José Manuel Martínez, presidente de Mapfre. La aseguradora quiere obtener financiación en Bolsa para realizar compras, algunas de ellas ya estudiadas. Mapfre podría valer unos 10.000 millones en el mercado, y la Fundación tendrá la mayoría del capital.
La empresa cotizada Mapfre SA no reflejará lo que significan sus siglas (Mutualidad de Agricultores Propietarios de Fincas Rústicas de España). En realidad, hace muchos años que dejó de ser una agrupación de terratenientes. En 1955 era una pequeña empresa con 169 empleados. Hoy cuenta con casi 25.000 trabajadores y tiene previsto ganar 1.000 millones de euros en 2006.
Pese a estas cifras, desde hacia años, José Manuel Martínez, presidente de Mapfre, estaba convencido de que el futuro no se juega en España, donde es el líder con claridad. La clasificación que le preocupa es la europea y en ella, Mapfre es la undécima. Ahora, con la entrada en Bolsa, el objetivo de Martínez es alcanzar el quinto puesto entre las aseguradoras europeas de no vida gracias a las compras de competidores dentro y fuera de España.
La nueva empresa espera empezar a cotizar el 2 de enero próximo, cuando haya concluido todos los farragosos trámites legales (véase cuadro). La CNMV y la Dirección General de Seguros se mostraron ayer favorables a la operación en las reuniones mantenidas con la empresa. Según el presidente, el ministerio de Economía no fue consultado "aunque estoy seguro de que le parece bien porque se trata de tener una empresa española entre las primeras de Europa". La salida a Bolsa se iniciará el 15 de junio, cuando la asamblea de mutualistas apruebe la operación. Mapfre tiene previsto entregar alrededor de 106 euros en acciones o en efectivo a cada uno de los 3,8 millones de mutualistas (sólo los asegurados de coches). Todos los que tengan un seguro de coches antes de la asamblea tendrán derecho a acciones. El cambio societario no afectará a los clientes de Mapfre ni a sus empleados, a los que se les respetará la antigüedad y condiciones laborales.
Paso trascendental
Mapfre reconoció ayer que era necesario "dar un paso trascendental y estratégico", según Martínez. En su opinión, "es difícil ser mutua cuando estás presente en 36 países, tienes casi nueve millones de clientes y con negocios muy heterogéneos". Además, y esto es una de las claves, como mutualidad no podía lograr la financiación necesaria por lo que ha decidido convertirse en sociedad anónima y cotizar en Bolsa. En realidad, Mapfre ya cuenta con una filial cotizada, Corporación Mapfre, pero su escasa capitalización (unos 3.800 millones de euros) hace que no sea el instrumento válido. La nueva Mapfre, que podría valer unos 10.000 millones según los analistas, partirá de una integración de todos los negocios en torno a Corporación Mapfre, que pasará a llamarse Mapfre SA. Una vez hecha la valoración, por parte de Morgan Stanley y Citibank, la nueva empresa realizará una o varias ampliaciones de capital en las que la Fundación Mapfre diluirá su participación desde un 75% inicial hasta algo más del 50%, lo que le permitirá mantener el control. La Fundación nombrará a la mayoría de los miembros del Consejo de Administración de Mapfre SA.
Mapfre, que ha estado asesorada por el despacho de Garrigues, aspira a estar entre las 10 empresas españolas de mayor capitalización en 2011 y ser una de las que tenga más accionistas. Con los fondos que obtenga con las ampliaciones de capital, la aseguradora aspira a hacer compras selectivas en Europa para lograr el objetivo de crecer. Su punto de mira está puesto en España, el resto de Europa, Estados Unidos y China. Martínez comentó que la llegada de las nuevas normas de capital, conocida como Solvencia II, "permitirá compras". La empresa tiene tres operaciones analizadas profundamente, alguna de las cuales podría realizar antes de salir a Bolsa.
Mapfre aprovechará el cambio para reestructurarse y aclarar su esquema organizativo, que agrupa a 240 sociedades anónimas. La aseguradora reconoce que deberá simplificar el esquema directivo, lo que supondrá sacrificios personales en consejos de administración y cargos ejecutivos, si bien se abordará en una segunda fase.
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