¿Un camino para las cajas?
Los responsables de Mapfre insistieron ayer que la salida a Bolsa no mermará la labor social de la empresa. Incluso, adelantaron, se incrementará. La aseguradora cree que éste es uno de sus ejes empresariales, plasmado a través de la fundación.
"El compromiso de Mapfre con la sociedad incluye devolver parte del beneficio que obtiene. Desde 1975 dedica una parte de sus ingresos anuales a promover y financiar actividades no lucrativas", dice el ideario de la empresa. Entre los fines de la Fundación está fomentar la seguridad vial, promover la investigación, la docencia y la divulgación científica en el campo de la salud, así como "contribuir a la cobertura de las necesidades de los menos favorecidos". La aseguradora sostiene que "la labor social queda fuera del capitalismo salvaje que supone estar cotizado en Bolsa. La Fundación será autónoma".
Más de un observador coincidió ayer en que Mapfre ha podido abrir un camino inexplorado para las cajas de ahorros españolas. "La aseguradora deberá demostrar que pasa de las palabras a los hechos y que es capaz de mantener su labor social cuando esté presionado por los resultados", apunta un ejecutivo de una caja.
Lo cierto es que el ideario de la Fundación Mapfre coincide, en parte, con el de la obra social de las cajas. No obstante, los expertos recuerdan que el componente político (y la influencia de ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autónomos) será un problema añadido que no tiene Mapfre.
Sin embargo, cotizar en Bolsa podría solucionar el problema de crecimiento de las cajas ya que obtendría recursos del mercado. El ejemplo más parecido es el de Italia, pero la escasa fortaleza de las cajas provocó que acabaran vendidas a bancos.
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