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Un sindicato de profesores británico pide boicotear a las universidades israelíes

La sanción que más temen los israelíes, y que promueven muchos palestinos, es el boicoteo internacional. Y los miembros de la Asociación de Profesores de Educación Superior (Natfhe, en sus siglas en inglés), que agrupa a 69.000 docentes, aprobaron ayer durante la convención que celebran en Blackpool (Reino Unido) una moción que recomienda a sus afiliados el boicoteo a las instituciones académicas israelíes que no se declaren en contra de la política de su Gobierno en los territorios palestinos ocupados, calificada de "política de apartheid". A favor votaron 106 profesores, 71 en contra y 21 se abstuvieron en la votación de la iniciativa, que ha causado gran revuelo en Israel.

"Corresponde preguntarse: Si no un boicoteo, ¿qué?", escribía en la página web del diario The Guardian el profesor Steven Rose, uno de los impulsores de la propuesta. Y continúa: "Cuarenta y nueve años de resoluciones aprobadas por la comunidad internacional sólo han prolongado la impunidad de Israel y el sufrimiento de los palestinos".

El asunto colea desde hace cuatro años, y se ha abordado varias veces en Reino Unido. Ya el año pasado, la Asociación de Profesores Universitarios adoptó una resolución de apoyo al bloqueo, pero fue suspendida un mes más tarde por la presión de organismos judíos e israelíes. Hace escasas semanas, y ante la proximidad de la votación en Blackpool, se avivó el debate y académicos de las Universidades de Bar Ilan y Haifa, y otras organizaciones israelíes y estadounidenses, se pusieron manos a la obra para contrarrestar la iniciativa. Lograron reunir 16.000 firmas en contra. Y 600 docentes británicos publicaron una carta en The Guardian, el fin de semana pasado, en la que rechazan el veto, ya que, a su juicio, violaciones más graves de los derechos humanos suceden en otros países contra los que no se promueven sanciones.

Críticas

"He recibido miles de e-mails tratando de instruirme sobre la estupidez de nuestra posición a favor de los derechos de los palestinos", aseguró el sábado Paul Mackney, secretario general de Natfhe. "Muchos me reprenden por la negación de la libertad de los profesores israelíes, pero olvidan mencionar que la libertad académica en Palestina es un chiste de mal gusto. Incluso donde a los profesores y alumnos se les permite acudir a las universidades, el funcionamiento académico apenas existe", añadió. Ante las acusaciones de antisemitismo que han aflorado recientemente, Mackney respondió: "Criticar al Gobierno israelí no me convierte en antisemita, como criticar a George Bush y a Tony Blair no me convierte en antianglosajón".

El Ejecutivo británico lamentó la decisión de los profesores. Y discrepó de la postura enunciada por Steven Rose, acerca de que casi 50 años de resoluciones no han servido para acotar la "impunidad" de Israel. "Creemos que el boicoteo académico es contraproducente y retrógrado. Se puede coseguir más a través del diálogo", sostuvo el Foreign Office en un comunicado.

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