Los sindicatos señalan que faltan 200 policías en el paso de la Jonquera

Las dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía encargadas de controlar la frontera entre Cataluña y Francia se encuentran bajo mínimos, con un déficit de al menos 200 agentes, lo cual facilita el tránsito impune de las bandas de delincuentes organizadas y los convoyes de inmigrantes irregulares, según aseguran los sindicatos policiales.

Esta falta de personal es más flagrante y grave en los pasos fronterizos poco habituales, que son los que utilizan las mafias, pero también son importantes en los puestos oficiales, principalmente en la Jonquera, insisten los portavoces sindicales. En cifras globales, estas carencias suponen el 40% de las plantillas óptimas.

La precariedad de medios humanos puede agravarse a partir de hoy, cuando se hará público el concurso general de méritos en el que se especifican y aprueban todos los años las órdenes de traslado de los agentes de la policía, que deberán cumplimentarse en un plazo de siete días. "Hasta hoy no conoceremos exactamente el número de bajas y vacantes que se pueden originar en Cataluña, pero en términos globales estaríamos hablando de entre 450 y 500 agentes menos", aseguraba ayer Sebastián Hernández, secretario de la Confederación Española de la Policía (CEP), una de las plataformas sindicales más activas y combativas. Esta organización surgió hace tres años como resultado de la fusión de la Asociación Nacional de la Policía y el Sindicato Profesional de la Policía Uniformada.

El interior y la capital

El déficit de agentes en la frontera con Francia sólo es una muestra de lo que ocurre en el resto de Cataluña, insisten los portavoces sindicales, que aseguran, por ejemplo, que en la ciudad de Barcelona, de acuerdo con baremos establecidos por la Administración central, se reconoce en este momento que faltan alrededor de 100 agentes con los que asegurar los servicios mínimos de extranjería, información, seguridad y la lucha contra el crimen organizado, entre otros.

La situación es también alarmante en otros puntos del interior de Cataluña, por ejemplo en la comarca de Osona, donde la plantilla ha ido envejeciendo y reduciéndose en los dos últimos años hasta quedar compuesta solamente por nueve agentes, que deben atender una serie de servicios imprescindibles, que en ningún caso han sido transferidos a las fuerzas de los Mossos d'Esquadra.

La falta de medios humanos afecta también a la Guardia Civil, una situación que podría agravarse con las salidas y peticiones de traslados que se están produciendo de manera continuada, insisten también otras fuentes sindicales de este cuerpo. La Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIGC) anuncia que en dos días se marcharán de Tarragona 100 agentes de este cuerpo después de cumplir su misión por un plazo de tres años, lo cual generará un agujero importante en las plantillas en un momento especialmente crítico, en el que lo que se reclama son refuerzos para combatir la oleada de asaltos a viviendas. La salida de estos agentes de la Guardia Civil será paliada con el contingente de 170 nuevos agentes que han sido destinados en los últimos días a la zona con carácter de urgencia. Una parte llegó el pasado sábado.