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Las cajas de ahorro compiten en acciones sociales y culturales con nuevos proyectos y más presupuesto

Las cuatro principales entidades de ahorro han anunciado importantes iniciativas

Las cajas de ahorro no solo compiten en el terreno financiero. En función de su implantación en la Comunidad Valenciana y de sus planes de desarrollo han establecido también una competencia en el terreno de las acciones sociales y culturales. La llamada obra social tiene un reflejo directo en la percepción de los ciudadanos, además de cumplir la función consustancial de revertir a la sociedad parte de sus beneficios. En cualquier caso, son actuaciones muy visibles de cara a la sociedad. En las últimas semanas, las cuatro primeras cajas españolas han anunciado importantes proyectos.

La que más se ha significado recientemente ha sido La Caixa. Su presidente, Ricardo Fornesa, ha protagonizado sendos actos solemnes en apenas 15 días con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Con la primera presentó la exposición de enormes esculturas urbanas de Mitoraj. Con el segundo y arropado por tres consejeros, firmó un convenio de inversión de su Obra Social que supondrá para este año 13 millones de euros (303 millones es el presupuesto global de su Obra Social), 2,9 millones más que el pasado año. La protección de los espacios naturales y la inserción de personas en riesgo de exclusión social con las líneas más novedosas de la estrategia de La Caixa, primera caja de ahorros española en activos.

Tras ella se sitúa Caja Madrid, que también reserva una parte del dinero que destina a Obra Social para actuaciones específicas en la Comunidad Valenciana. La entidad madrileña gastó el año pasado cuatro millones de euros en apoyar 41 programas dirigidos a colectivos desfavorecidos, desde reclusos a ancianos, discapacitados o niños, al tiempo que ha respaldado proyectos culturales y formativos. Pero es en la conservación del patrimonio histórico donde Caja Madrid pone el acento. Y entre las actuaciones concretas, la más relevante fue la realización de las nuevas puertas de la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, o la restauración del Retablo de San José de la Iglesia de Santa María en Alicante. La caja madrileña también patrocinó el III Ciclo de Música y Patrimonio en la Iglesia de Santa Catalina de Valencia y la XIX edición del Ciclo de Música Sacra en las Catedrales Españolas, que incluyó la celebración de conciertos en Valencia, Alicante, Castellón, Orihuela y Gandia. De cara a la Copa del América también quiere apostar por grandes exposiciones.

La tercera gran caja española, Bancaixa, destinará este año 59,6 millones de euros a estos menesteres. La cifra supone un fuerte repunte sobre el año pasado, cuando destinó a Obra Social 47,2 millones. El presupuesto crece cada año. En 2004 fue de 39 millones de euros. La gran apuesta de la Fundació será la apertura del gran Centre Cultural Bancaixa de Valencia, que se reinaugurará en 2007 con las pinturas de Sorolla de la Hispanic Society de Nueva York multiplicando su espacio.

Y en lo que a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se refiere, la cuarta caja de ahorros por activos gestionados de España, ha elevado de forma clara los fondos dirigidos a Obra Social: así, ha pasado de los algo más de 38,8 millones de euros en 2004, a superar los 44,4 millones en 2005 o los 52 millones previstos para este año. La CAM ha logrado vincular su firma sobre todo con las actuaciones referidas a la conservación de la naturaleza, y ahora apuesta por mayor reflejo cultural.

Mejor, en castellano

En las dos recientes reuniones de La Caixa con políticos valencianos y los consiguientes encuentros con los medios de comunicación, los dirigentes de la caja catalana no emplearon en ningún momento el catalán, ni en la documentación escrita ni en las intervenciones verbales. Tampoco lo hicieron públicamente los políticos valencianos del PP. Parece una estrategia diseñada para evitar un tema sensible ante los dirigentes populares. En definitiva, a pesar de compartir dos lenguas oficiales solo se emplea una, el castellano.

Bancaixa optó hace unos años por sustituir casi todos los rótulos de su nombre en valenciano por el exclusivo de Bancaja. Así, se evita posibles confusiones con La Caixa, además de que es recomendable que la entidad financiera se identifique para el cliente solo con una marca a efectos de mercadotecnia, según explicaciones dadas por fuentes de Bancaixa.

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