El cine argentino mezcla acción y terapia en 'Tiempo de valientes'

Un policía deprimido patrulla por las calles acompañado de su terapeuta. Con el coche convertido en diván, el joven cineasta argentino Damián Szifron (Buenos Aires, 1975) ha logrado que Tiempo de valientes se estrene hoy en España con el cartel de "la comedia argentina del año".

Criado con las películas de Bud Spencer y Terence Hill al mismo tiempo que las de Sam Peckimpah y Steve McQueen, Damián Szifron explica que quizá su origen judío le ha llevado a tener héroes "de los más disímiles". "Por un lado estaba Harry el Sucio", explica, "y por el otro Tevye, el lechero interpretado por Topol en la versión de Norman Jewison de El violinista en el tejado".

Tiempo de valientes es una buddy movie (el popular género norteamericano de película de colegas) pero a la argentina. "De alguna manera", apunta el director, "he intentado mezclar a Woody Allen con Clint Eastwood. Quería hacer un thriller con aire de spaguetti western... meter a Allen dentro de una película de Eastwood".

Así, en la misma olla, comedia, cine de acción y policiaco y dos grandes actores: Diego Peretti y Luis Luque. "Desde pequeño me han gustado un tipo de películas de puro entretenimiento, que eran ignoradas por la crítica y los festivales pero que, a mi entender, fueron muy importantes porque consiguieron mantener vivo el cine", declara Szifron.

Amistad instantánea

Tiempo de valientes plantea el choque entre dos personajes opuestos y habla, según explica de su director, "de la amistad instantánea". "El psiquiatra no se compromete con nada, hasta que la amistad con el policía y el golpe afectivo que recibe le hace cambiar radicalmente, se queda sin la coraza de la psicología", explica. "La comedia surge de la tragedia", añade, "pero nunca nos reímos de los personajes, sino que les acompañamos. El humor surge al desarrollar elementos trágicos. Nunca pienso de antemano en hacer comedia, pero soy de carácter optimista y al ver el drama de los personaje me sale el humor".

Estrenada en septiembre en Argentina, Tiempo de valientes logró estar 14 semanas en cartel y medio millón de espectadores. Los ecos de películas como Arma letal o Una terapia peligrosa o incluso la ya clásica Límite 48 horas resuenan en la pantalla.

"Que el protagonista sea un piolicía era el principal problema", explica el director. "En Argentina la policía representa algo muy determinado y salvar ese escollo era importante, pero me gustaba la idea de reconvertir en héroe y romper con el estereotipo".