Un grupo inversor irlandés compra Diagonal Mar por 300 millones de euros

El mayor centro comercial de Barcelona cambia de manos. El grupo inversor irlandés Quinlan anunció ayer que pagará 300 millones de euros por Diagonal Mar, en la operación de mayor volumen en España por un solo activo inmobiliario. Tras unos inicios titubeantes por las quejas de los vecinos y algunos problemas jurídicos en la venta de los terrenos, Diagonal Mar arrastra ya a 13 millones de visitantes anuales y tiene previsiones de fuerte crecimiento, una vez se asiente toda la zona cercana al Fórum. El fondo alemán Deka pagó 240 millones por el centro en 2002. Cuatro años después, lo vende por 60 millones más.

Casi todo huele a récord en el caso de Diagonal Mar. Se trata del mayor centro comercial de Cataluña -según la consultora CB Richard Ellis, una de las asesoras de la operación-, con cerca de 88.000 metros cuadrados; el mayor hipermercado, un Alcampo de 27.100 metros cuadrados, y el mayor aparcamiento subterráneo, con 5.000 plazas repartidas en cinco plantas. Pero, pese a los datos, Diagonal Mar no se ha ahorrado críticas, incluso desde antes de ser inaugurado. A principios de los años noventa, hubo problemas judiciales con el grupo norteamericano Kepro en la transacción de los terrenos en los que se asienta Diagonal Mar. El día de la puesta de largo, los vecinos recibieron a las autoridades con una sonora pitada por la pérdida de plazas de aparcamiento en la zona. Y el propio proyecto arquitectónico -obra del neoyorquino Robert A. M. Stern- recibió no pocas críticas por su diseño, demasiado norteamericano.

Pero a pesar de los reproches, Diagonal Mar ha hecho ganar dinero a todos sus propietarios. La inmobiliaria Hines invirtió 240 millones de euros en la construcción del complejo comercial, en una operación que calificó de "arriesgada" por la competencia de zonas comerciales y de ocio no excesivamente alejadas: Glòries, La Maquinista y Heron City. El fondo de inversión alemán Deka pagó algo más de esos 240 millones de euros en marzo de 2002. Y el grupo irlandés Quinlan -encabezando un grupo de inversores- paga ahora algo más de 300 millones sólo cuatro años después.

Quinlan ha valorado el crecimiento del distrito 22@ -sede del Fórum- y la rentabilidad del centro, que tiene ya unos 13 millones de visitantes anuales y la superficie comercial alquilada prácticamente al 100%, con una rentabilidad del 5%, las marcas Zara, H&M y Mango, las cadenas FNAC y El Corte Inglés, y la juguetera Toys 'R' Us, junto a numerosos restaurantes y cadenas de comida rápida.

Estreno en España

El grupo irlandés mantiene una cartera de activos de unos 5.000 millones de euros en Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos y Europa central. La adquisición de Diagonal Mar es la primera operación de Quinlan en España, que se ha convertido en un mercado estratégico para la compañía "por la fortaleza de la economía en general y el incremento sostenido del consumo privado", según un comunicado de la compañía.

A media tarde de ayer, la tranquilidad era la tónica en los pasillos del centro comercial. La gran mayoría de los empleados de las tiendas del complejo desconocían la operación. "En general, los días fuertes, en los que viene más gente, son las vísperas de festivos y el fin de semana", explicaba un vendedor de FNAC. "En los últimos meses han ido abriendo y cerrando tiendas, pero en general hay bastante estabilidad", contaba la responsable de la cadena de complementos Spleen.

El proyecto Diagonal Mar no sólo incluye el centro comercial. Surgido al hilo del impulso olímpico de Barcelona, fue uno de los proyectos para rehabilitar la fachada marítima de la ciudad, entre la Villa Olímpica y la desembocadura del río Besòs. Junto al complejo comercial hay también tres edificios de oficinas que suman 56.500 metros cuadrados y tres hoteles de cinco y cuatro estrellas con cerca de un millar de habitaciones, además de 1.400 viviendas. Hines se hizo cargo del proyecto en 1996 junto al promotor francés Jean Louis Solal, y un año más tarde formalizó la operación de compraventa con Deka, que se materializó en marzo de 2002. La entrada del grupo irlandés Quinlan supone ahora "hacerse con un activo estratégico y de primer nivel", según el comunicado de la compañía, pese a que el centro está aún lejos de alcanzar sus aspiraciones, cifradas en 20 millones de visitantes anuales en el momento de su inauguración.